David Ferrara
Vaya que tomó una decisión. Gustavo Lalima salió de su zona de confort y de éxito, le puso fin al ciclo más extenso de los elencos rosarinos de elite y se lanzó al sueño, a la ilusión. Y en definitiva el deporte está hecho para aquellos que se atreven a apostar, que persiguen el objetivo permanente, que renuevan pasión a cada rato. El Tete entendió que esta vez su corazón no repicaría tan fuerte en calle Cochabamba como en 27 de Febrero. Y en una charla nostálgica pero repleta de ilusiones, se lo explicó a él mismo frente al espejo de su conciencia. Porque cuando uno entiende sus propias razones, es muy fácil explicarle al resto.
“Me motivó el hecho del proyecto deportivo que tiene Provincial, con la gestión de un directivo como Marcelo Bloch y de un Director Deportivo como Pablo Fernández”, contó Lalima, y explicó que “dejar El Tala fue mucho pensamiento”.
“La participación del equipo en el Torneo Federal es un motivo deportivo muy importante, es el tercer escalón del básquet nacional y nunca dirigí un equipo en esa división. Espero estar a la altura de lo que es Provincial como institución que participó de la Liga A y a la atura de los entrenadores que han estado en ese sitio, jugando hoy día una competición nacional”, analizó el experimentado entrenador, exitoso en España y multicampeón en la Rosarina, además de protagonista habitual con El Tala en la Liga Provincial.
“Esto con mucha energía y muchas ganas de tratar de hacer las cosas lo mejor que podamos para que el nombre de Provincial pueda volver a escucharse a nivel nacional”, se entusiasmó Tete, quien todavía no larga pista sobre el equipo, pero ya se maneja que Facundo Rodríguez y Lucas Rodríguez serían las fichas confirmadas.
“En los próximos días tendremos reuniones para avanzar con el equipo y una vez que tengamos los jugadores armar el mejor equipo posible y competitivo”, se sincera Lalima, quien sabe que serán horas ajetreadas porque el tiempo apremia. Pero no lo quiere de otra manera, no lo siente de otra manera. Es que para eso y para ellos, en definitiva, se inventó el deporte.
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