La moto, que representa para muchos trabajadores una forma económica de moverse se transformó en una pesadilla para muchos usuarios difícil de afrontar. El simple hecho de poner en marcha una moto implica casi el doble de dinero que en enero de 2018. La pérdida de poder adquisitivo que sufrieron los salarios, sobre todo en el segundo semestre de 2018, se tradujo rápidamente en una notable caída de patentamientos y la crisis impactó de lleno en la producción nacional de motos.
¿Cuánto cuesta mantenerla?
Llenar el tanque, pagar la patente, mantener el seguro al día, el servicio mecánico habitual, son algunas de las obligaciones que debe afrontar el motociclista. La primera de ellas sufrió la variación más importante tras la disposición que dejó la evolución de las naftas a merced del mercado. Para el caso de motos convencionales que van de 100 a 150 centímetros cúbicos de cilindrada, y que son utilizadas a diario con fines laborales, hoy llenar el tanque les resulta un 75% más caro que hace un año. Esa ida y vuelta al trabajo cinco días a la semana, que hace un año les significó 840 pesos por mes, hoy implica 1.400.
Entre los motociclistas consultados, la segunda obligación que mencionaron fue el seguro que presenta varias alternativas de cobertura y cuyo costo depende también del valor de la moto sobre todo. Uno de los servicios más utilizados por los conductores es el de la aseguradora ATM. Una de las firmas más económicas del mercado y que reconoció un aumento promedio de hasta el 20% durante el último año. El seguro básico, de responsabilidad civil, más conocido como contra terceros, tiene un costo promedio de 250 pesos.
Al combustible y seguro hay que sumarle el gasto de patente que durante el último año registró aumentos de hasta el 30%. El valor promedio al día de hoy para la gama entre 100 y 150 centímetros cúbicos es de 95 pesos. En 2018 muchos decidieron entrar en un plan de pagos y liquidar cuentas a fin de año mediante una moratoria.
Por último, el service de mantenimiento, que la mayoría recomienda hacer cada tres meses y que actualmente tiene un costo promedio de mil pesos.
Por lo que los gastos básicos representan: 1.400 pesos de nafta, 250 de seguro, 95 de patente, y mil de service cada tres meses, un total de 2.745 pesos. El análisis no incluyó cochera, ya que algunos corren con la ventaja de poder guardarlo en su domicilio. Ni tampoco se incluyó el lavado, dado que a la hora de cortar por los gastos más prescindibles, el dueño elige hacerlo por su cuenta.
Desplome en patentamientos
Los incrementos en costos golpearon fuerte al sector según los datos de la división de motovehículos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). El último semestre de 2018 no fue precisamente de brotes verdes ya que durante ese período la caída interanual de patentamientos se intensificó. 2019 mantuvo la tendencia y arrancó con malas noticias para el sector, ya que la caída interanual fue también muy fuerte.
Diciembre cerró el año con una baja interanual de 54% y con al menos seis meses de caídas consecutivas en unidades patentadas. En lo que se conoce como el mercado de lo usado y se mide a través de las transferencias, Acara publicó para el último mes del año un descenso del 1,3% con respecto a diciembre 2017. Enero no fue un freno a la caída ya que registró una caída del 44% interanual en ese sentido.
Se fabricó la cuarta parte
También se registró una caída en la producción como coctel explosivo para el sector. Desde el Mirador de Actualidad del Trabajo y Economía (Mate) afirmaron que la fabricación de motocicletas se redujo a la cuarta parte de lo que fue durante el año 2017. La fabricación en diciembre terminó con una caída de 76% interanual, y una acumulada de 32%.
Smata en alerta
El secretario general de Smata a nivel local, Marcelo Barros, se mostró con una profunda preocupación ante la incertidumbre que vive el sector. Aseguró que el escenario “está muy complicado, tanto en la fabricación de autos como en motos”. Manifestó, por un lado, que el principal problema está en el declive de ventas pero que repercute en otra situación que es la pérdida de puestos de trabajo.
“Si esto no se revierte un poco, podemos perder entre 15 mil y 20 mil trabajadores en la industria, que se suman a los ya despedidos”, expresó el sindicalista. Aseguró que en lo que respecta al rubro motos, y en sintonía con los números oficiales, “de 7.500 motos que se vendían por mes, ahora se venden 500 o 600”.
Por último remarcó el agravante que significa la apertura de importaciones para el rubro, donde consideró que “de afuera entra todo y no podés competir”. Destacó la calidad de la producción nacional, pero la imposibilidad de competir cuando desde el exterior “entra todo por dos pesos”.
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