Vecinos y asambleístas de Gualeguaychú realizaron ayer la 6ta marcha al Puente Internacional General San Martín, en la que pidieron el “inmediato desmantelamiento” de la pastera Botnia, instalada a la vera del río Uruguay, cerca de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, porque “no se pude monitorear ni controlar el funcionamiento de una emprendimiento ilegal”.
Tras la marcha, denominada “Todos Juntos por la Vida. Gualeguaychú reclama Justicia”, de la que participaron unos 125 mil vecinos, la asambleísta Cecilia Álvarez y la secretaria de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, Susana Padín, dieron lectura a la proclama en la zona de seguridad delimitada por Vialidad Nacional sobre el puente.
En el escrito, además de volver a reclamar la relocalización de Botnia, propiedad de la también finlandesa UPM, se sostuvo que el fallo del Tribunal Internacional de La Haya, “lejos de solucionar el conflicto lo agrava. Es inhumano y perverso”.
Los asambleístas también criticaron que en su resolución sobre la controversia entre la Argentina y Uruguay por la instalación de la pastera en el margen oriental del río Uruguay, la Corte internacional sólo consideró las pruebas de contaminación presentadas por el gobierno uruguayo y la consultora Ecometrtix contratada por el Banco Mundial, organismo internacional que financió la construcción de Botnia.
“A la presidenta de todos los argentinos le pedimos que no sea servil a los intereses de Botnia-UPM y le exigimos acciones concretas”, entre ellas la aplicación del Código Aduanero y la Ley de la Madera, además de la difusión pública de las pruebas de contaminación que llevó el gobierno al máximo tribunal de la ONU, sostuvieron.
“¿Qué festeja usted y los funcionarios de este fallo? ¿No cree que deba darnos explicaciones de su derrota? ¿Cree realmente que no se instalará otra pastera en el río”, preguntaron los asambleístas, que además reclamaron a Mujica que “se haga cargo y pida perdón” por la violación del Estatuto de 1975.
Recuerda además que La Haya declara al estado uruguayo “violador” del Tratado del Río Uruguay “reiteradas veces”, al tiempo que afirman que “sin embargo no hay castigo ejemplar y se condena al pueblo argentino a convivir con la contaminación permanente de la empresa ilegal Botnia”.
En ese sentido, el documento de la Asamblea califica a Finlandia, país de origen de Botnia de “ecogenocida colonialista y avasalladora de la soberanía de dos pueblos hermanos”. “En Europa los ilegales son expulsados; para La Haya los ilegales en Sudamérica se quedan”, agregaron, además de acusar al tribunal internacional de “no considerar la licencia social del pueblo de Gualeguaychú”.
Asimismo, dirigiéndose al presidente del Uruguay, José Mujica, expresaron que “la hermandad de los pueblos no se forja desde el servilismo a las multinacionales” y que “no se hermana a los pueblos aislando y ni encapsulando sus reclamos”.
Finalmente, la asamblea denunció que en los dos años de funcionamiento de Botnia, con una producción de dos millones de toneladas de pasta de celulosa “fueron emitidas 36.800 toneladas de tóxicos que ya afectaron el ecosistema del río Uruguay.
Luego de que se realizara la oración ecuménica a cargo del obispo de esa localidad entrerriana, Jorge Lozano, el rabino Sergio Bergman, y pastores evangélicos, unos 150 jóvenes de la Asamblea Juvenil de Gualeguaychú encabezaron la caminata de ascenso, que llegó hasta la zona de seguridad delimitada por Vialidad Nacional sobre el puente, y donde de leyó la proclama.
A su vez, los asambleístas dispusieron una bandera sobre el puente con una leyenda en inglés: “Go Botnia!”.
La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú volverá a reunirse el miércoles en esta ciudad, tras el encuentro que mantendrán los presidentes Cristina Kirchner y su par uruguayo, José Mujica, para decidir los pasos a seguir.
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