Edición Impresa

Grecia: rescate con fórceps

La demorada segunda ayuda financiera para salvar al país heleno del default, que mantiene a la eurozona en vilo, parecía a punto de salir al fin, anoche, a pesar de las diferencias que surgieron entre Alemania y Francia.

Los 17 socios de la eurozona estaban, al cierre de esta edición, a punto de aprobar en Bruselas, Bélgica, la segunda ayuda financiera a Grecia tras varios intentos fallidos por parte de la troika, integrada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), después de los nuevos y dolorosos esfuerzos de ajuste decididos por Atenas.

Con el foco de atención posado en Bruselas, donde los ministros de Economía de la UE definían si le otorgaban a Grecia otro paquete de ayuda para evitar su bancarrota, Alemania y Francia, dos pilares de la eurozona, dieron señales diferentes durante la jornada respecto de su viabilidad.

Desde Berlín, el gobierno alemán advirtió que aún restaba resolver temas pendientes antes de aprobar la concesión de ese paquete de ayuda, lo que impregnó, a pocas horas del inicio de la reunión ingredientes de preocupación entre los analistas internacionales que siguen de cerca la crisis griega. “Desde nuestro punto de vista, aún hace falta seguir negociando”, fue el tono del mensaje alemán, a cargo de una portavoz del Ministerio de Finanzas en Berlín. En ese marco, la vocera señaló que hay medidas clave aún no adoptadas por Atenas y diferencias en torno de los sistemas para supervisar la aplicación de la ayuda.

Otro argumento esgrimido fue que tampoco se acordó aún la creación de un fondo especial que canalice las ayudas, como propusieron París y Berlín.

Pese a todo, el gobierno de Angela Merkel era “cada vez más optimista” de que se lograra un acuerdo definitivo, agregó, como para alivianar sus conceptos.

Al contrario de Alemania, Francia consideró ayer que estaba todo listo para aprobar la concesión del segundo paquete de ayuda a Grecia por 130.000 millones de euros.

La confianza gala de una salida a la crisis estuvo a cargo del ministro de Finanzas francés, Francois Baroin, quien consideró que los ministros de la UE aprobarán el segundo paquete de ayuda económica. Baroin se mostró optimista y señaló: “Hemos reunido todos los elementos para un acuerdo”, en declaraciones al canal de radio Europe 1.

Baroin, indirectamente, quiso señalar que si de la reunión de la UE no sale una solución, serán los líderes europeos los que deberán encontrarla, en una cumbre que los congregará entre el 1º y 2 de marzo próximos.

Además de esa ayuda, Grecia pretende ahorrar 100.000 millones de euros de su deuda pública a través una quita parcial por parte de sus acreedores privados.

En tanto, el primer ministro luxemburgués y presidente del eurogupo, Jean-Claude Juncker, aseguró que nadie está hablando en estos momentos en Europa de sacar a Grecia del euro.

Comentarios