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Grecia quiere ajuste pero los griegos no

Represión policial en marco de huelga general antes de que el Parlamento decida.

La Policía griega reprimió con dureza ayer a los miles de manifestantes que repudiaban el plan de ajuste que el Parlamento tiene previsto votar hoy, y cuya aprobación dará luz verde para que la “troika” –el FMI, la UE y el BCE– libere el dinero para pagos inminentes de la deuda.

Los principales choques se registraron en el centro de Atenas, cuando la gente que protestaba arrojó piedras contra el Ministerio de Finanzas en el marco de una huelga general por 48 horas contra el programa que intentan implantar el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE).

Nutridos grupos juveniles, algunos de ellos encapuchados, enfrentaron los gases de la Policía antimotines rompiendo el pavimento con martillos para hacer piedras y lanzando todo tipo de objetos.

La presencia de unos cinco mil policías no intimidó a las decenas de miles de manifestantes que se mantuvieron en las calles en respaldo de la huelga general que paralizó todo el país.

“La situación por la que atraviesan los trabajadores es trágica y estamos cerca de los niveles de pobreza”, se lamentó Spyros Linardopoulos, un manifestante sindical en el bloqueo al Pireo, y agregó: “El gobierno ha declarado la guerra y a esta guerra debemos responderle de la misma manera”.

Los sindicatos griegos se oponen tajantemente al programa de austeridad y privatizaciones con el que pretenden ahorrar 78.000 millones de dólares porque supone despidos, recortes salariales y de beneficios, y un incremento de impuestos en un país donde la desocupación creció al 16 por ciento y amenaza a llegar al 25 por ciento con las medidas del gobierno socialista.

Tanto ciudadanos independientes, identificados como “los indignados”, como miembros de los sindicatos, protestan a diario desde hace un mes frente al Parlamento y gritan a los políticos que son unos “ladrones” y unos “traidores”.

Anteayer los bancos franceses –que son los más expuestos a la deuda soberana helena– dieron el primer paso para ayudar a Grecia con el anuncio de su disposición a prolongar su financiación hasta 30 años. La medida –saludada por las autoridades alemanas– está siendo analizada en la reunión de responsables financieros de la UE con el Instituto Internacional de Finanzas, en Roma.

Mientras en las calles seguían los choques, los legisladores debatían el paquete de medidas a cambio del cual esperan recibir 12.000 millones de dólares, monto que se requiere para que el país no caiga en default y arrastre a los bancos tenedores de su deuda, en particular a los alemanes, y a otros países financieramente débiles como Portugal, Irlanda y España. De la aprobación de este paquete depende también que la llamada “troika” libere un segundo préstamo por 110.000 millones de euros para que Grecia mantenga al día pagos de su deuda. El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, hizo un llamamiento a los legisladores para que aprueben el duro programa de ahorro.

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