Cientos de brigadistas de organismos nacionales y provinciales continuaban ayer luchando desesperadamente contra los incendios forestales en el Parque Nacional Los Alerces, iniciado el lunes pasado, en Cholila y en el Parque Nacional Lago Puelo, que arden desde hace más de un mes y continuaban quemando bosques nativos de la cordillera de Chubut.
Los fuegos más antiguos están en la zona de Cholila y Lago Puelo, en el noroeste de Chubut, a unos 760 kilómetros de Rawson, mientras que Los Alerces está en la cordillera central de esa provincia.
Además de las brigadas de los parques nacionales afectados trabajaban en el lugar combatientes de Defensa Civil y Bosques de Chubut, junto a bomberos voluntarios de las localidades cercanas, personal de Gendarmería Nacional, helicópteros y aviones del Plan Nacional de Manejo del Fuego y pobladores del lugar.
El siniestro de Lago Puelo está a pocos kilómetros de la localidad homónima, sobre el faldeo del cerro Currumahuida, volvió a la actividad anteayer y avanzó empujado por los vientos, en tanto también se reavivaron las llamas en Cholila, el mayor de los siniestros, que ya afectó a unas 27 mil hectáreas.
Los dos focos de incendio desatados el lunes pasado en los parques nacionales continuaban fuera de control y el primero de los siniestros ponía en peligro a Villa Futalaufquen, informó el gobierno de Chubut.
Desde el Ejecutivo provincial informaron que el incendio más reciente, en Los Alerces, es el que más preocupa porque quemó 700 hectáreas y avanzaba descontrolado sobre Villa Futalaufquen y Puerto Limonao. Casi todos los recursos están concentrados en evitar que el fuego afecte a la población.
Para ello deben transportar millones de litros de agua en camiones cisterna y autobombas, para mantener mojadas las estructuras de una escuela, una hostería histórica, las sede de Gendarmería y algunas viviendas –evacuaron nueve familias–.
El frente climático es el peor que pueden esperar los brigadistas, sin humedad ambiente, con temperaturas que llegan hasta los 27 grados y vientos cambiantes, lo que complicaba mucho su tarea y empujaba el fuego a crecer y avanzar en distintas direcciones. Mejor era el panorama en dos focos registrados también el lunes pasado en inmediaciones de Esquel, que estaban más cerca de ser controlados.
El coordinador del Plan Nacional de Manejo del Fuego, Fernando Epele, habló con El Ciudadano y afirmó que “el operativo de defensa para combatir el incendio de Los Alerces comenzó apenas iniciados los focos”.
“Se dispusieron recursos humanos y equipamiento en concordancia con la gravedad de las condiciones ambientales imperantes que favorecían la acción explosiva del fuego. Se enviaron al sitio helicópteros con helibalde, tres aviones hidrantes, 6 autobombas forestales y combatientes”, informó. Y agregó que “el fuego amenazó estructuras y viviendas de Villa Futalaufquen, lo que requirió la evacuación preventiva de parte de la población”.
Esa región padece sequía prolongada, y una vegetación con un estrato especialmente peligroso: caña colihue florecida (fenómeno que se produce cada 40 años).
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