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Zona norte

Gran Rosario: cae banda por robos

Arrestan a tres jóvenes por decenas de golpes con distintas modalidades.


Tres muchachos de 22, 23 y 26 años fueron detenidos ayer por la Policía de Investigaciones (PDI) sospechados como autores de casi una veintena de robos bajo distintas modalidades en el cordón industrial. Tras allanamientos realizados en Rosario y Granadero Baigorria, voceros policiales indicaron que fue incautada gran cantidad de elementos sustraídos y material probatorio para como señalar que atraparon al líder de la banda: el Tuerto Lucas. El caso quedó a cargo del fiscal de San Lorenzo Juan Ledesma, quien los acusará formalmente hoy en los Tribunales de esa ciudad.

Según fuentes policiales, luego de dos meses de investigar al menos una veintena de robos, la mayoría de ellos cometidos bajo la modalidad de escruche –es decir cuando no hay moradores en una vivienda–, el fiscal Ledesma solicitó tres allanamientos para dar con los supuestos autores de los delitos, explicó en un comunicado el Ministerio de Seguridad. Fue en esa instancia que, ayer a primera hora, personal de la PDI irrumpió en una vivienda de la localidad de Granadero Baigorria y detuvo a Marcos Nahuel E., de 26 años y conocido como Coto. Además, en operativos simultáneos los uniformados allanaron una casa en Freyre al 1900 y apresaron a Bladimir M., de 22 y apodado Bladi, y también en la zona norte, en Urunday al 1200, cayó el sindicado líder de la banda, Lucas Ezequiel G., de 23 años y alias Tuerto, quien ya contaba con un pedido de captura por delitos similares.

Los investigadores detallaron que incautaron gran cantidad electrodomésticos, dinero en efectivo y en una de las viviendas hallaron una escopeta de dos caños calibre 16. Los tres muchachos quedaron detenidos en San Lorenzo y serán acusados hoy por el fiscal Juan Ledesma.

El Tuerto y Bladi

El Tuerto Lucas tiene sobre su haber una condena a seis años de prisión por dos asaltos: uno ocurrido el 14 de febrero de 2014 en una vivienda de Baigorria al 400, y el otro del 1° de mayo del mismo año en una casa del barrio Campos de Ibarlucea. Se trató del primer juicio oral por robo calificado del nuevo sistema penal, desarrollado en marzo de 2015 cuando el acusado se presentó a la instancia en libertad y tras escuchar la resolución siguió en ese estado debido a que el juez Gonzalo López Quintana decidió postergar la detención hasta tanto quedara firme la sentencia. El fiscal de la Unidad de Investigación y Juicio Nicolás Foppiani apeló la resolución.

Seis meses después de aquel fallo, el 23 de septiembre, el Tuerto cayó con su compañero Bladi en el interior de un taller mecánico de pasaje Mont Cenis al 4300. Allí, los uniformados los atraparon cuando intentaban sacar elementos del interior de un Renault 21, siempre según la acusación.

Un mes más tarde, el Tuerto volvió a sonar en las crónicas policiales cuando protagonizó un enfrentamiento armado contra otros dos muchachos que lo fueron a visitar a su barrio: Empalme Graneros. Fue la tarde del 30 de octubre en la esquina de Medrano y Siripo (ex Ortiz de Guinea). La conversación subió de tono hasta que el trío desenfundó sus armas al unísono y abrió fuego. Para cuando llegó la Policía, sólo quedaba en pie Hernán S., quien disfrutó la victoria por un rato porque lo detuvieron y le incautaron un revólver calibre 38. José Luis A., compañero de Hernán, fue trasladado al hospital Eva Perón con cuatro tiros en las piernas y a Lucas lo llevaron al Alberdi, donde quedó internado en grave estado por un tiro en el cráneo y fractura del brazo izquierdo como consecuencia de un impacto que lo atravesó cuando intentó cubrirse el rostro, lesión que le dejó el apodo.

En tanto, Bladi estuvo nombrado como uno de los autores de la balacera que dejó heridos a dos nenes de 7 años que jugaban al fútbol en el club Defensores de América (Casiano Casas y Washington) a fines de marzo pasado, en medio de un enfrentamiento entre bandos. Tras ser acusado el 19 de abril por la Fiscalía, se dispuso su arresto domiciliario debido a que estaba convaleciente por un disparo en el estómago y también el juez Carlos Leiva valoró que no había pruebas concluyentes en su contra. Esa herida le dejó como secuela una bolsa de colostomía.

Con respecto a Bladi, Marcos Cella, su abogado defensor, dijo ayer que la causa en contra de este joven por la balacera en la canchita se archivó y contó que su cliente posee una dificultad para movilizarse debido a la bolsa de colostomía. “Es muy poco probable que haya sido el autor en estos hechos debido a la discapacidad que presenta”, remarcó el defensor.

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