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Gran Bretaña: renunció el primer ministro Gordon Brown y le allanó el camino al líder conservador

El laborista Gordon Brown dejó de ser hoy el primer ministro británico tras presentar su renuncia a la reina Isabel II, quien se espera que pida ahora al líder conservador David Cameron que forme gobierno, informó la BBC.

Gordon Brown puso fin hoy a 13 años de Gobierno laborista, iniciados por Tony Blair.

Lo hizo igual que inició su mandato el 27 de junio de 2007. Cruzando St. James’s Park camino de Palacio y en una breve audiencia con la Reina, a la que dijo que llame a formar Gobierno al líder conservador, David Cameron.

El de Brown fue un final lento pero inexorable, iniciado por la derrota en las urnas y confirmado a mediodía por la ruptura de las negociaciones con los liberal demócratas: su última oportunidad de mantenerse en el poder hasta el próximo otoño.

Las conversaciones se rompieron por el descontento creciente con el proceso entre los diputados laboristas y la convicción de los negociadores liberales de que los laboristas no tenían la autoridad suficiente para garantizarles lo que prometían.

La renuncia de Brown es la segunda en tan sólo unas horas. Ayer anunció su dimisión como líder laborista. Sin embargo, entonces lo hizo con la intención de mantenerse unos meses en el cargo y forjar un acuerdo con los liberal demócratas.

En los últimos días, Brown expresó su deseo de dedicar los próximos años a la escritura y al trabajo solidario en instituciones benéficas. Circunstancias que le alejan de los instintos fenicios de su predecesor Tony Blair.

Su final político abre el melón de su sucesión al frente del laborismo, que empezará a resolverse a partir de mañana. El favorito es el responsable de Exteriores, David Miliband, pero hay otros nombres. Entre ellos, el delfín favorito del premier, Ed Balls, o outsiders como Andy Burnham, Jon Cruddas o Alan Johnson.

La renuncia de Brown pone punto final a 13 años de Gobierno laborista y es el epílogo de su breve mandato, marcado por su incapacidad para conectar con los ciudadanos y por las tribulaciones del desplome bursátil y la crisis económica. Brown ganó crédito entre los líderes mundiales por su respuesta rápida y eficaz a la crisis del sistema bancario, pero su éxito no detuvo la sangría de su popularidad, bajo mínimos durante casi todos los meses de su mandato.

El laborismo y el Reino Unido deberán mirar ahora adelante. El laborismo, en busca de un líder joven y dinámico. El Reino Unido, expectante ante su primer Gobierno de coalición en tiempo de paz.

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