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Gorosito: en el básquet ecuatoriano

Por David Ferrara.- Historia de vida. El Negro, ex entrenador de Libertad de Rosario y afirmó  “este logro se alcanzó por la honra y gloria de Dios”.


gorosito-dentroLa distancia modifica a las personas, genera cambios que, aunque sean paulatinos, se hacen notorios al renovar el contacto con la tierra en la que se nació. Carlos Gorosito, el Negro, mantiene la misma pasión por el básquet, pero se lo nota mucho más sereno y aferrado a la palabra de Dios.

Goro acaba de vivir una campaña formidable con Guerreros del Neumane en la Liga masculina de Ecuador, un certamen corto, explosivo pero que intenta crecer y avanzar. Y frente a elencos poderosos de todo el país, el pequeño elenco de Santo Domingo logró llegar a la final. Y Gorosito tiene una rápida explicación: “Quiero que sepan que todo este logro que se alcanzó con un humilde equipo es por la honra y gloria de Dios, él nos apoyó porque en todo momento el equipo fue de gran corazón, humilde, y lejos de las cosas malas, cero joda, cero egoísmo, sólo trabajo humilde y unido. Quiero saludar a todos y espero estar pronto en Rosario, cerca de mis hijas a las que amo y extraño”.

El comienzo de la historia del entrenador rosarino (hace ya varios años que trabaja en el básquet de Ecuador) con Guerreros está ligado al final de la pasada campaña: “En 2012, con ComuniKT (se llama así por el auspiciante de telefonía) habíamos llegado a la semifinal de la Liga de Ecuador y la perdimos 0-2 ante la Asociación Deportiva Naval con desventaja y acarreando con la lesión de nuestro máximo goleador. Allí llegó un impasse en el que me dediqué a trabajar en las bases en una pequeña ciudad de la provincia de Tungurahua. Allí apareció la convocatoria para incluirme en la estructura del club Guerreros del Neumane de la ciudad de Santo Domingo de los Tsachilas que hoy es una provincia independiente, ya que hasta hace poco tiempo pertenecía a la Pichincha”.

Como el presupuesto era escaso, el entrenador rosarino fue buscando y probando jugadores sin experiencia de todo el país: “Fueron muchos los analizados y convocamos a 20 para trabajar con ellos e ir descartando a los que no se ajustaban a lo que pretendíamos”. En el camino, también se siguió a más de 200 foráneos hasta elegir a Rasheem Barret, John Ruffus y Frisco Sandridge, quien tras cuatro partidos fue cambiado por William Funn.

“Con la plantilla definida se comenzó a trabajar y se fue recorriendo el camino ideal dentro de la curva del rendimiento, tal como se planteaba en la planificación general, se iba mejorando la performance del equipo, aunque seguíamos sin ganar”, explicó Gorosito, quien no se desesperó por la mala racha y con la llegada de Funn en la base llegó lo mejor.

“Sin haber ganado de visita terminamos la fase regular en el sexto puesto y en playoffs quedamos contra Mavort, uno de los equipos de mayores presupuestos y de mayor renombre internacional en el país. Pero en el inicio de la serie llegó nuestra primera victoria de visitante en todo el año. Después, jugando de local, llegó lo mejor del torneo hasta ese momento, un gran rendimiento global nos llevó a barrer a un gran candidato y meternos en semifinal con una victoria por 20 puntos”, relató el ex entrenador de Libertad en Rosario.

“En semifinales llegó el ultimo campeón de la liga nacional, equipo que tomó este torneo como puesta a punto para la Liga Sudamericana: Importadora Alvarado de Ambato, que venía de eliminar al otro candidato como fue UTE (dirigido por el también rosarino Juan José Pidal). Y otra vez jugamos muy bien para quedarnos con el primer partido como visitantes y llevar la serie a casa 1 a 0 arriba”, amplió el DT, quien se apasiona al hablar de lo que pasó de allí en más: “En el segundo juego de la semifinal rondamos lo que fue casi la excelencia del rendimiento, un 80 por ciento de efectividad de campo y, a pesar del 70 por ciento en libres, el equipo dominó a Importadora en todas las fases de juego, alcanzando la final con una victoria por 30 puntos. La ciudad se vistió de fiesta por el acceso a la final, un lugar impensado un tiempo atrás”.

“La final era ante CKT, mi ex elenco. Contra el equipo que tuvo un rendimiento excepcional a lo largo de la fase regular y playoffs, obteniendo un récord de 20-0, llegó a la final sin conocer la derrota. La final ya parecía que tenía dueño, pero tomamos el primer juego como estudio para el resto de la serie, en base a los vivido en la fase regular se planteó el juego inicial tratando de controlar el ritmo de juego y se logró por muchos momentos y cuando parecía que le robábamos el invicto, nuestro estratega el base Will Funn se quemó (sic) por faltas y se esfumó toda chance de poner la serie a nuestro favor”, analizó Gorosito, quien continuó con su relato de la etapa definitoria del torneo: “Para el segundo encuentro, ya con ajustes tanto en defensa como en ataque, se llegó a final cerrado, pero lo ganaron ellos por tres puntos. Con la serie 0-2, en el tercer juego, el rendimiento fue impecable en la ofensiva y defensiva, bajándole el goleo a 87 de un promedio de 103 que tenía y  convirtiendo 95, con un coliseo que desbordaba, quedando aproximadamente 700 personas fuera del estadio, toda la ciudad celebró la victoria, la fiesta fue total. El equipo tenía la expectativa de igualar la serie en el cuarto juego pero ellos salieron a jugarse el resto y fueron superiores”.

Con la misma pasión con la que lucharon durante más de 40 años por lograr ser provincia, los Guerreros de Neumane pelearon con un bajísimo presupuesto contra las potencias del país. Y el segundo puesto tiene sabor a hazaña. Entre ellos, un rosarino fue guía estratégico y espiritual.

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