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Ghana, de la Independencia política a la colonización económica

Hace 63 años, Ghana se convirtió en el referente de África subsahariana al independizarse del Imperio Británico. Su lucha continúa en la actualidad, pero esta vez por su liberación económica


El 6 de marzo de 1957, Ghana se convirtió en el primer país de África subsahariana en lograr la independencia política. Su liberación del dominio británico inspiró a 17 naciones en el continente, que rompieron las cadenas colonizadoras en la década de 1960.

El artífice de la independencia de Ghana fue el precursor del panafricanismo Kwame Nkrumah, quien en 1949 organizó el Partido de la Convención del Pueblo para exigir reformas profundas en favor de la población. Pero al oponerse a la Constitución de 1951 fue encarcelado junto a sus colaboradores.

El 8 de febrero de 1951 se hicieron las primeras elecciones de la historia de Ghana, y triunfó el partido de Nkrumah, quien fue liberado el 12 de febrero de ese año. El motivo de estos comicios fueron las protestas populares contra el imperio británico, que se extendieron por todo el país hasta finalmente lograr su independencia en 1957. Sin embargo se trató de una liberación a medias, pues el país entró en una nueva era de explotación de sus recursos por potencias extranjeras.

Nkrumah explica en su libro ¿Por qué África debe unirse? que la colonización hizo de África un portador de materias primas, mercados, mano de obra y tierras cultivables. En base a esta explotación Europa logró su desarrollo industrial y financiero. Ghana, que desde 1874 había sido colonia británica, no escapó de esa realidad.

El líder político no sólo impulsó la independencia política de Ghana, sino que también luchó por un continente anticolonial y antiimperialista, con autodeterminación sobre sus propios recursos naturales y su desarrollo económico.

Entre 1963 y 1970 Nkrumah trató de implementar un plan de desarrollo para dejar atrás la dependencia colonial y “llevar a Ghana a las puertas de un Estado moderno basado en un programa agrícola e industrial altamente organizado y eficiente”. Pero su proyecto fue interrumpido por un golpe militar prooccidental en 1966. A este le siguieren otro cuatro, en 1972, 1978, 1979 y 1981.

 

Situación política de Ghana

En diciembre de 2017 Nana Akufo-Addo fue elegido presidente de Ghana, como líder de la fuerza de derecha Nuevo Partido Patriótico (NPP), una organización creada por las élites políticas y etnocéntricas. Su rol en la historia del país fue de oposición a la Independencia y a las políticas panafricanas de Kwame Nkrumah.

Desde su campaña electoral Akuffo-Addo prometió romper con la dependencia de la ayuda financiera. Pero su mensaje ha sido ambiguo y durante la visita del mandatario francés, Emmanuel Macron, en 2018, marcó: “Debemos alejarnos de esta mentalidad de dependencia. Esta mentalidad de «¿qué puede hacer Francia por nosotros?». Francia hará lo que quiera por su propio bien, y cuando eso coincida con el nuestro, «tant mieux» (tanto mejor), como dicen los franceses”.

Al respecto, la profesora asistente de estudios franceses y francófonos en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, Annette Joseph-Gabriel, aseguró que sus palabras “simplifican las causas de la pobreza en África como resultado de una mentalidad, un fracaso de las mentes africanas de imaginar cualquier cosa más allá de la dependencia de la ayuda extranjera”.

Por otro lado, Ghana enfrenta grandes desafíos para acabar con las desigualdades sociales entre el norte y el sur del país, puesto que más de un 70% de la población rural septentrional vive con menos de un dólar al día.

Ante esta situación el presidente Akufo-Addo tomó una decisión paradójica: aumentó la estructura del Estado a 110 ministros y viceministros. Los funcionarios reciben un salario de 3.713 euros, dos coches, combustible gratis, una vivienda y protección personal gratuita, según el Parlamento ghanés.

 

Colonización económica

Ghana es la segunda productora mundial de cacao, después de Costa de Marfil, y la segunda productora de oro del continente, tras Sudáfrica. El problema es que las enormes ventajas fiscales a las multinacionales limitan los beneficios para la nación africana.

El oro representa el 38% del total de las exportaciones ghanesas y actualmente hay 19 minas de oro en cuatro regiones: Ashanti, Oriental, Occidental y Brong Ahafo. Todas son explotadas por compañías locales y extranjeras. Esta actividad ha dejado a 30 mil comunidades afectadas, que han tenido que buscar otros medios para subsistir fuera del campo.

Todo empezó en la década de 1980, cuando el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial introdujeron sus “consejos” para abrir la economía ghanesa a la inversión extranjera. Así se creó la ley Minera de 1986, que generó una inversión de tres billones de dólares, pero no trajo desarrollo para Ghana. Un modelo económico que perdura, pese a la lucha de los pueblos africanos por su total independencia.

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