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Gestos antes de la reunión

La presidenta recibirá al santafesino Hermes Binner mañana en la Quinta de Olivos. Referentes legislativos de gobernador y mandataria dieron muestras de que se intenta limar asperezas.

Por: David Narcizo

En apenas un par de semanas surgieron indicios y gestos de que el clima político entre los gobiernos provincial y nacional puede alumbrar cambios, en especial a partir de mañana, cuando el gobernador Hermes Binner y otros dos gobernadores se reúnan con la presidenta para discutir recursos económicos, el tema que más preocupa a las provincias y al poder central.

Entre esos gestos, no pasó desapercibido que después de haber negado los votos al Fondo Salarial de Emergencia que pretendía el gobierno provincial, Agustín Rossi sacó el pie del acelerador. Esto fue notorio en el enorme acto partidario en el Patio de la Madera, donde las críticas se concentraron en los justicialistas Carlos Reutemann y Jorge Obeid, y también en el marco del conflicto entre el Multimedios La Capital y los trabajadores de prensa, cuando elogió la actitud que tuvo el Ministerio de Trabajo santafesino.

Casi en simultáneo la diputada binnerista Alicia Ciciliani adelantó que el “bloque de diputados nacionales socialistas” está dispuesto a escuchar opciones alternativas que surjan de la Casa Rosada a las iniciativas que intenta imponer la oposición en el Congreso de la Nación. “Si tienen problemas de financiamiento, nuestro bloque está dispuesto a escuchar otras opciones que ayuden a solucionar el problema de financiamiento de la Nación y de las provincias”, afirmó, siempre recalcando que hablaba en referencia a los diputados del PS, cuya presidenta es la también binnerista Mónica Fein.

Cuando se le preguntó por la ofensiva opositora para cambiar el reparto del impuesto al cheque, Ciciliani planteó que no tenía sentido insistir por ese camino porque la presidenta de la Nación ya advirtió que lo vetará si el Congreso lo aprueba. Y en lo que sonó como un mensaje a la oposición más dura, pidió “salir de estar contando voto a voto, porque no conduce a nada, no gana nadie”.

Esas declaraciones generan expectativa sobre la posibilidad cierta de que el gobernador Binner haya decidido desacoplar su gestión de los vaivenes del huracán político que se genera cada vez que un proyecto del gobierno nacional llega al Congreso.

Categorías de interlocutores

El gobierno de Santa Fe no estuvo entre los interlocutores privilegiados que eligió la presidenta para la reunión de la semana pasada (fueron 17), pero tampoco estuvo entre los entenados, que fueron pateados para un tercer y lejano turno.

A Binner, el correntino Colombi y la fueguina Ríos les generaron una instancia intermedia, que es la que se dará mañana al mediodía en la Quinta de Olivos. Jugadas como están las cosas en la escena política nacional, la expectativa de la Casa Rosada sobre estos tres gobernadores es que al menos no se sumen al bloqueo anti K que los líderes de la oposición tejen, con suerte diversa, desde el 28 de junio pasado.

Tanto mandatarios provinciales como gobierno nacional saben que el Congreso de la Nación pasó a ser el terreno de acción de una oposición fortalecida, pero a la que el oficialismo intenta poner en caja, forzándola a medir sus acciones y reduciendo su capacidad de daño.

En lo formal, el gobernador Binner no llevará ningún planteo específico ante la presidenta. “Lo que nosotros teníamos para decir lo planteamos en la Corte Suprema. Ahora vamos más que nada a escuchar lo que nos digan en la reunión a la que nos convocaron”, sostienen desde el Poder Ejecutivo santafesino. Lo que esa frase no aclara es que los tiempos de la Corte Suprema no solucionan el aquí y ahora que urge a la gestión Binner, cuyo ministro de Economía advierte que en apenas tres meses el gobierno provincial podría enfrentar problemas para cumplir con los aumentos salariales si no hay recursos extras.

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