Ciudad

Maestras agredidas

Género: 47 docentes pidieron licencia por violencia este año

La solicitaron, con al apoyo de Amsafé, tras ser golpeadas por sus ex parejas. Hay unas 30 municipales en similar situación. El proyecto por una licencia laboral específica para las trabajadoras estatales tuvo media sanción en la Legislatura provincial


Ese día la mujer no pudo dar clases en la escuela. Su ex pareja la había golpeado. Pero ella, desde una camilla del hospital, igual llamó al gremio. Estaba angustiada. Es que al dolor de los golpes se le sumaba el miedo a perder el trabajo.

En lo que va del año, 47 docentes se acercaron a la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) a pedir ayuda. Tienen entre 35 y 45 años y fueron agredidas por sus ex parejas. Recibieron asesoramiento de parte de los profesionales del gremio, quienes las ayudaron a tramitar una licencia laboral. Lo hicieron bajo un artículo de excepcionalidad que requiere la autorización del Ministerio de Educación. La situación es similar entre las trabajadoras municipales; al menos 30 fueron a buscar un espacio de contención. En este caso el sindicato prevé por decreto una licencia para situaciones de violencia, pero deja afuera aspectos importantes como el presentismo.

El jueves pasado la Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó por unanimidad un proyecto de ley para que las trabajadoras estatales cuenten con una licencia específica por violencia de género. De tener el visto bueno en Senadores, las víctimas podrán tramitar la denuncia, ir al médico o asesorarse sin que les descuenten los días del sueldo o de las vacaciones. El proyecto crea además un registro provincial para hacer un seguimiento de los casos y dispone de un acompañamiento por parte de la Secretaría de Políticas de Género.

“Es necesario que las mujeres tengan una licencia especial. La violencia de género no es un problema individual o particular sino que nos incumbe a todas”, dijo a El Ciudadano, Claudia Semino, secretaria de Género de Amsafé.

 

Docentes

 

Las 47 consultas que el gremio docente recibió durante el año llegaron de parte de mujeres que fueron golpeadas por sus ex parejas. Tienen entre 35 y 45 años. Se separaron del agresor, pero siguen sufriendo acoso o amenazas.

“Tienen miedo o necesitan ayuda. Pudieron dejar a las parejas. Pero hay muchas más que aún conviven con el agresor y no pueden denunciarlo”, contó Laura Silva, desde Amsafé y la Multisectorial de Mujeres de Rosario.

Un equipo de psicólogos y abogados contiene y asesora a las mujeres. Los profesionales las acompañan, las ayudan a tramitar la denuncia y a pedir una licencia hasta sobreponerse. Para hacerlo, se escudan en el artículo 60 de excepcionalidad: una licencia administrativa que debe aprobarse ante el Ministerio de Educación. “En el pedido aclaramos que la trabajadora la pide por violencia. Siempre la concedieron. Con una ley tendríamos una licencia específica que no dependa de alguien que la otorgue, que abarque a todas las trabajadoras y que pueda ser un antecedente para el sector privado”, dijo Semino.

 

Municipales

 

La situación de las trabajadoras municipales es similar. Durante 2017 se acercaron cerca de 30 mujeres con hijos a pedir ayuda. Sólo unas 5 o 6 hicieron la denuncia. Las ex parejas las golpearon y ahora tienen miedo o van en busca de un refugio para su familia. “Muchas veces tienen problemas de salud, angustia o estrés por la situación traumática que pasaron. La mayoría sufrió violencia física y ahora vive violencia psicológica o patrimonial y busca un espacio de contención”, explicó Yamile Baclini, secretaria de Desarrollo Humano del sindicato municipal.

Desde hace dos años el gremio tiene un decreto que establece una licencia específica por violencia de género. Las trabajadoras que la piden tienen derecho a tomarse tres meses (uno de esos días es para hacer la denuncia) con posibilidad de renovación, previo a un informe de evaluación (y evolución) que hace una junta médica del Instituto de la Mujer, con el que se trabaja en conjunto.

Para Baclini falta regular algunos aspectos importantes, como el presentismo, que piden se mantenga en cada caso particular. “Necesitamos un garantía del Estado para que las trabajadoras no pierdan su fuente de trabajo si necesitan hacer reposo. Muchas veces por no mostrar los golpes ocultan la situación y faltan a trabajar con la consecuencia de perderlo”, concluyó.

 

Un derecho que ganaron las mujeres trabajadoras

 

El proyecto para que las trabajadoras estatales cuenten con una licencia laboral por violencia de género tiene media sanción en la Legislatura provincial. La iniciativa la presentaron las diputadas Mercedes Meier, Silvia Augburger, Alicia Gutiérrez, Verónica Benas y los diputados Rubén Giustiniani y Carlos Del Frade. Ahora se espera que se debata en la Cámara de Senadores.

“Las trabajadoras piden licencia por psiquiatría o vacaciones. Tienen que mentir y generan una estigmatización contra ellas porque los compañeros las ven como vagas o locas. El Estado no registra la situación de la mujer”, dijo a El Ciudadano la diputada del Frente Social y Popular, Mercedes Meier.

El proyecto, que tuvo el apoyo de los gremios ATE Rosario, Siprus y la Multisectorial de Mujeres, prevé entre 3 y 90 días de licencia con goce de sueldo y sin necesidad de antigüedad para todas las trabajadoras de organismos estatales y empresas mixtas. Contempla la intimidad y reserva la identidad de la víctima. Dispone de un acompañamiento por parte de la Secretaría de Políticas de Género y prevé la creación de un registro provincial para visualizar la problemática.

“Creemos necesario que el Estado tenga un registro formal de estas situaciones. Si se sanciona como ley trascendemos las decisiones del gobierno de turno y garantizamos el derecho de las trabajadoras”, agregó Meier.

 

Prevención

 

Desde el Ministerio de Educación confirmaron que en la provincia hay cerca de 50 docentes en situaciones de violencia y explicaron que las mujeres pueden acercarse al área de género de un organismo estatal o a la Dirección de Bienestar Docente a pedir asistencia o asesoramiento. “Desde 2013 tenemos una normativa para prevenir y evitar la violencia de género. Un equipo de profesionales constata la situación, acompaña a la víctima y si es necesario la ayuda a gestionar una licencia”, dijo el secretario de Educación, Oscar Di Paola.