“Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero yo no tengo ideología nazi”, se defendió ayer el cuestionado comisario Juan Garro luego de que se conoció que fue desplazado de la conducción de la Unidad Regional I por su supuesta simpatía con el nazismo, denunciada por organismos de derechos humanos y organizaciones judías. El jefe policial sólo pasó seis días al frente de la UR I –fue nombrado el 31 de diciembre y desplazado ayer–, aunque el propio Garro sostuvo que se tomó una licencia.
Garro dialogó ayer con la radio Aire de Santa Fe momentos después de encabezar una requisa en la seccional 3ª de la Policía en la capital de la provincia: “Desde hace días vengo soportando un manoseo para mi persona y mi familia tampoco se merece eso. Por eso le pedí licencia al jefe de la Policía”.
Las versiones periodísticas que corrieron ayer daban cuenta de que el gobierno de la provincia le había pedido que dé un paso al costado y así lo confirmó luego el ministro de Gobierno, Rubén Galassi: “En los próximos días se va a hacer cargo nuevamente quien estaba a cargo de la UR I, el comisario (Sergio) Vergara, y fue una designación transitoria (en referencia a Garro) al sólo efecto de poder disponer de un funcionamiento adecuado estos días en los que Vergara tuvo que pedir licencia”.
Sospechado por el irregular procedimiento al encontrar un camión con más de 1.600 kilos de marihuana en Arroyo Leyes en el que se sospecha connivencia policial, Vergara (y su segundo Sergio Fernández) había sido licenciado.
Es que la participación de tres uniformados en el procedimiento, extendía las sospechas sobre los jefes de la regional. Ahora, vuelve a tomar el comando de la UR I el comisario Vergara.
En tanto, Garro admitió: “Antes de seguir sufriendo y ver a mi familia sufrir, prefiero pedir licencia”. Y agregó: “Me voy dolido”.
“Trabajar con incertidumbre no es cómodo para nadie”, se lamentó el comisario.
Las denuncias contra Garro datan de 2006, cuando fue acusado de “discriminación antisemita” hacia un subalterno y de tener en su despacho un dibujo de un uniformado con rostro cadavérico y una esvástica nazi en su pecho.
Cuando se conoció su nombramiento, tanto el Inadi como la Asociación Israelita Peretz le pidieron al gobernador Antonio Bonfatti rever la situación.
En este sentido, Garro se defendió al sostener que “todo el mundo tiene derecho a opinar, pero yo no tengo ideología nazi”. De todos modos, admitió: “Tendría que haberme reunido con la comunidad israelita mucho tiempo antes”.
“No miraron el legajo”
Dirigentes opositores cuestionaron ayer las idas y vueltas que generó el nombramiento, y el posterior desplazamiento, del comisario Juan Garro al frente de la Unidad Regional I.
El diputado provincial justicialista Héctor Acuña en diálogo con LT9 cargó contra el gobierno provincial: “Nombran a un jefe de Policía que desde 2006 tenía este problema de antecedentes, no es un tema nuevo. Hay una reacción muy fuerte de toda la sociedad, desplazan a Garro y vuelven a poner a los jefes que estuvieron implicados en un tema de narcopolicías y de drogas sin que se les mueva un pelo. Es vergonzoso. Demuestra que (el secretario de Seguridad Gerardo) Chaumont ni siquiera leyó el legajo de Garro”.
En tanto, el diputado provincial del Movimiento Evita Eduardo Toniolli, en declaraciones a LT8, también cargó las tintas contra la administración del Frente Progresista: “Lo dijo (Omar) Odriozola, no lo digo yo, lo dijo el jefe de la Policía de Santa Fe: la decisión política del nombramiento de Garro fue exclusiva del jefe de Policía. Lo que reafirma lo que venimos sosteniendo, que existe un autogobierno policial consentido donde ni el secretario de Control de Seguridad (Ignacio Del Vecchio) ni el secretario de Seguridad (Chaumont) ni el ministro (Raúl Lamberto), parecen haber observado el legajo de Garro”.
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