Y no soy uruguayo, eso que quede claro. Pero la expresión tiene que ver con el fútbol argentino. Al final del recorrido se impone la frase de la abuela, “no hay mal, que por bien no venga”. Entonces, bienvenida la Copa América, porque consumado un histórico fracaso la argentina futbolística se verá beneficiada porque hoy (lunes) lo van a echar a Sergio Batista con todo sus amigos del Mundial 86, Carlos Bilardo incluido.
A partir de las 17 se reunirán los presidentes de los clubes para decidir dos temas muy importantes, el torneo de 40 equipos (para qué van a jugar el Nacional B este año, es la pregunta del millón). Y el otro punto a tratar es el técnico de la selección, ya no será Batista y parece que Argentina, por fin, volverá a tener un entrenador serio. Tres nombres se tirarán a la mesa de negociaciones, Bianchi como prioridad, con Martino y Sabella como alternativas. En cualquier caso, con experiencia y logros en sus vitrinas. Más allá del que sea designado, y del resultado final. Por una vez se podrá hablar de proyecto, y eso es lo que se debe festejar.
Ni Maradona, ni Batista debieron ser jamás técnicos de la selección argentina de fútbol. Bilardo, que le dio los logros más rutilantes, tampoco debe estar en el cargo de director de fútbol, o algo por el estilo. Por eso, hay que dar gracias a la Copa América, terminó siendo el mejor fracaso que pudimos tener. Porque parece que el futuro será un poco mejor.
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