Edición Impresa

Gaddafi no se va ni muerto

En medio del recrudecimiento de bombardeos de la Otán sobre Trípoli, el líder libio dijo ayer en un mensaje por TV que permanecerá en la capital y no se rendirá porque “la muerte es un millón de veces mejor”.

El líder libio Muamar Gaddafi dijo ayer en un mensaje en la televisión estatal que permanecerá en Trípoli “vivo o muerto” y advirtió que no se rendirá porque “la muerte es un millón de veces mejor”.

“No nos rendiremos; acogemos la muerte”, dijo Gaddafi, quien, en un desafiante mensaje directo a quienes piden su salida, aseguró que derrotará a sus enemigos: “Sólo tenemos una elección: permaneceremos en nuestra tierra vivos o muertos”.

Las palabras del coronel libio se produjeron luego de que aviones de la Otán lanzaran ayer temprano una treintena de ataques sucesivos en Trípoli en un inusual bombardeo diurno.

Los ataques hicieron temblar la tierra y edificios y retumbaron por toda la ciudad, donde un reciente aumento del número de bombardeos aliados causó el cierre de la mayoría de los comercios y una aguda escasez de agua, alimentos, remedios y combustibles.

El principal representante del Vaticano en Libia, que denunció varias veces la muerte de civiles en ataques de la Otán en Trípoli, dijo ayer que los bombardeos son cada vez más fuertes.

“Los bombardeos son cada vez más agresivos e intensos”, aseguró el vicario apostólico de Trípoli, el obispo Giovanni Innocenzo Martinelli, a la agencia de noticias vaticana Fides.

Algunas de las bombas alcanzaron una guarnición militar cercana al complejo residencial de Gaddafi, dijo el vocero del gobierno libio, Mussa Ibrahim.

La TV estatal aseguró que otros ataques alcanzaron la propia residencia del líder libio, que alberga varios edificios, casas de huéspedes y un campamento donde duermen partidarios de Gaddafi.

Nubes de humo se elevaban al cielo desde el complejo presidencial de Bab al-Aziziya, que ya fue varias veces atacado por la Otán.

“En lugar de dialogar con nosotros, nos bombardean. Se están volviendo locos. Están perdiendo la cabeza”, dijo Ibrahim, citado por la cadena CNN.

El portavoz dijo que los ataques diurnos fueron particularmente aterradores porque las familias se separan durante el día, con los padres que van a sus trabajos y los hijos a la escuela.

“En Trípolí hay decenas de miles de niños. Ustedes pueden imaginar la conmoción y el horror de los chicos. Ustedes pueden imaginar el horror de los padres que no pueden tener noticias de los hijos que no están en la casa”, agregó.

Los ataques comenzaron a las 11.30 y continuaron durante varias horas, hasta llegar a un total de 27, según CNN.

Trípoli y sus alrededores fueron blanco los últimos días de un creciente número de ataques de la Otán, que empezó a bombardear Libia en apoyo a los rebeldes anti-Gaddafi con un aval de la ONU para “proteger a civiles” de ofensivas del Ejército.

La insurgencia controla el este de Libia y sectores aislados del oeste, incluyendo una ciudad en una cadena montañosa occidental capturada ayer al Ejército.

Los bombardeos de la Otán coincidieron con renovados esfuerzos diplomáticos para hallar una salida pacífica al conflicto.

Un enviado de la ONU era esperado ayer en el país, pero Ibrahim no quiso decir con quién se reunirá ni cuánto tiempo estará en Libia el emisario Abdul Elah al Khatib.

Comentarios