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Gaddafi avanza sobre las posiciones de insurrectos

Fuerzas leales al líder libio bombardearon Al Uqaila y afirman que controlan el 90 por ciento del territorio.

Las fuerzas de Muamar Gaddafi bombardearon ayer nuevamente las posiciones de la insurrección libia, al tiempo que la Liga Árabe instó a la ONU a establecer una zona de exclusión aérea y declaró que el régimen libio perdió su “legitimidad”. Por otra parte, la cadena de televisión Al Jazeera anunció la muerte de uno de sus camarógrafos, alcanzado por disparos en una emboscada cerca de la ciudad de Bengasi.

Estados Unidos “saludó” el llamado de la Liga Árabe y destacó que la comunidad internacional estaba “unida” en su exigencia del cese de la violencia en Libia.

“Saludamos este importante avance de la Liga Árabe, que fortalece la presión internacional sobre Gaddafi y el apoyo al pueblo libio”, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

Las fuerzas de Gaddafi siguieron avanzando ayer hacia el este, a lo largo de la costa, haciendo retroceder cada vez más a los rebeldes, a quienes uno de los hijos del líder libio, Seif al Islam, prometió “una guerra hasta el final”.

Las fuerzas gubernamentales controlan “el 90 por ciento del país”, afirmó Seif al Islam.

Por su parte, la Liga Árabe, reunida ayer en El Cairo, declaró que el régimen libio había “perdido su legitimidad” debido a la represión contra su pueblo, que causó la muerte de centenas de personas y la huida de más de 250 mil personas.

Pidió por lo tanto que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorice la creación de una zona de exclusión aérea para proteger al pueblo libio.

La Liga Árabe decidió además “cooperar” con el Consejo Nacional de Transición (CNT) fundado por la oposición en Bengasi, a mil kilómetros al este de Trípoli.

Para Amr Musa, secretario general de la Liga Árabe, la “cooperación” equivale a reconocer a la oposición, que exige la salida de Gaddafi del poder después de cuatro décadas de poder absoluto.

La decisión de la Liga Árabe puede influenciar a Estados Unidos y Europa, que dijeron que estudiaban todas las opciones posibles, pero se muestran dubitativos con respecto a la instauración de una zona de exclusión aérea.

Tanto la Unión Europea, que el viernes reconoció como interlocutor al CNT, como Estados Unidos dijeron que cualquier medida debe contar con un mandato de la ONU.

Las dudas de Estados Unidos quedaron reflejadas en las declaraciones del secretario de Defensa Robert Gates que dijo no estar seguro que imponer una zona de exclusión aérea fuera una “sabia” decisión.

Una operación de ese tipo necesita centenas de aviones para prohibir el sobrevuelo de un territorio de 1,8 millones de kilómetros cuadrados y paralizar en tierra a la aviación libia, arma principal del régimen en su lucha contra los rebeldes.

La aviación de Gaddafi efectuó ayer dos nuevos ataques contra un puesto de control de los rebeldes en Al Uqaila, en la línea del frente, a unas decenas de kilómetros de Ras Lanuf, de donde los insurrectos fueron expulsados el viernes.

Las fuerzas de Gaddafi festejaron la reconquista de Ras Lanuf y de Ben Jawad, una decena de kilómetros al oeste, donde los periodistas de la AFP constataron los daños causados por los violentos combates.

Después de los ataques, los aviones de Gaddafi siguieron sobrevolando la zona, mientras que decenas de vehículos cargados de rebeldes se replegaban de Al Uqaila hacia Brega, 40 kilómetros más hacia el este.

“Esta mañana (por ayer) estábamos a 30 kilómetros de aquí, pero tuvimos que replegarnos debido al bombardeo”, dijo a la AFP un rebelde armado con un fusil en Al Uqaila. “Si Dios quiere, vamos a tratar de contratacar”, agregó.

En el repliegue hacia el este, los rebeldes se acercan a Ajadabiya, en el camino a Bengasi, el bastión de la insurrección. En el Oeste, Zauiya, que fue el bastión rebelde más cercano a Trípoli, cayó en manos del régimen que festejó su “victoria” después de doblegar una encarnizada resistencia.

En cambio, los rebeldes siguen controlando Misrat (150 kilómetros al este de Trípoli) y varias ciudades del noroeste, en particular en la región montañosa de Jabal Al Gharbi, según varios testimonios.

En el 26º día de la insurrección, se produjo la primera baja de un miembro de los medios de comunicación con la muerte de un camarógrafo de la cadena de televisión árabe Al Jazeera.

Por otra parte, ayer una misión humanitaria de la ONU llegó a Libia para “evaluar las necesidades humanitarias” y cerciorarse de que la ayuda humanitaria llegue a su destino.

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