José Odisio
Gabriel Heinze empieza a sentirse más confiado. El Gringo sabía que imponer una forma de jugar no iba a ser sencillo, en especial si la idea incluía sumar juveniles al plantel y darle rodaje de cara al futuro. Con la exigencia lógica de un club como Newell’s, el entrenador además tuvo que armonizar cargas físicas por una doble competencia donde la idea es no descuidar la Liga ni la Copa Sudamericana. Y los resultados acompañan, más allá de algún vuelco, y lo más importante, el juego empieza a fluir, su idea se empieza a reflejar dentro de la cancha.
Ganar importa, siempre. Pero a veces no es necesario sumar de a tres para estar conforme, para que el hincha valore lo hecho. Y el empate 2-2 ante Tigre es un reflejo claro de que no hace falta una victoria para reconocer un buen partido. Newell’s mereció quedarse con el triunfo en Victoria. No pudo por algún error defensivo, algo de mala suerte y cierta ineficacia en el arco rival. Aunque Heinze se fue más que conforme.
“Las sensaciones fueron todas positivas. Salvo ese pequeño error, después fueron todas sensaciones positivas. Creo que por volumen de juego y posicionamiento, ha sido uno de los mejores partidos del equipo. Creo que los dos equipos, con sus armas, jugaron. Sí es verdad que Newell’s se impuso durante más tiempo. Creo que se hizo todo”, destacó el DT.
Tigre traía una gran racha como local, un rival que siempre es complicado, por eso hay un mayor mérito de la Lepra al dominar el partido. “No sé cómo nos sentimos más cómodos pero está claro que los partidos como estos son los más difíciles porque el rival te corta todos los circuitos. Tigre tiene un gran entrenador y te obliga a replantear situaciones durante el partido. Como entrenador es muy lindo porque vas encontrando cosas. Si no estamos capacitados para entender los cambios del rival, no vamos a ser competitivos. Creo que el equipo lo ha hecho. Cuando ellos fueron cambiando el posicionamiento, el equipo se movía y lo pudo sostener. Los felicité por eso, es lindo que entiendan el juego. La gran virtud de mis jugadores fue posicionarse en el jugar correcto y, desde ese lugar, animarse”, fue el análisis del Gringo, con un elogio a sus dirigidos.
Un debate abierto desde hace un tiempo en Newell’s y en muchos otros equipos es la forma de iniciar el juego, asumir riesgos desde la salida misma del arquero. Heinze sostiene una idea y la explica. “Todo entrenador analiza las características de los jugadores. El problema no es salir jugando o no, ese debate ya se está haciendo menos porque es tan importante poder salir jugando como encontrar, más adelante, un jugador para continuar ese ataque. Hay que evaluar las características de los jugadores y las opciones que les das. Lo más importante son las opciones que le das a los jugadores que tienen la pelota. Las características de los jugadores influyen en la forma de salir jugando. Lo lindo como entrenador es trabajar con esos jugadores para ayudarlos a mejorar, enseñarles y acompañarlos”, explicó.
Sin dudas el entrenador leproso quedó muy conforme con el rendimiento del equipo, pero esa felicidad contrastó con lo que vio en el vestuario. “Me voy mal por mis jugadores, porque no pudieron tener lo que buscaron. Me demostraron algo muy lindo, que están. Me voy mal por ellos porque los vi tristes. Yo ya viví muchas cosas y me pongo mal por ellos. Siento un orgullo tremendo por ser su entrenador”, destacó.
Newell’s encabeza el Grupo E de la Copa Sudamericana y no está lejos de puestos coperos en la Liga, pero la apuesta de la dirigencia con Heinze va más allá de resultados, aunque el Gringo sabe que son necesarios. “No sé si voy a estar mañana o pasado, esto cambia mucho. Lo que nosotros vamos a hacer es seguir de esta manera, metiéndole muchas ganas. Los proyectos no tienen un tiempo. Uno va haciendo y sigue, pero sabiendo que las cosas pueden cambiar. Sabemos en qué club estamos y la exigencia que tiene. Hacemos lo que podemos y le metemos muchas ganas”, concluyó.
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