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Fuertes lluvias sumergen en el caos de San Pablo

La ciudad brasileña de San Pablo afrontó ayer una jornada de caos, marcada por un nuevo día de fuerte calor y lluvias en uno de los veranos más húmedos en seis décadas.

La ciudad brasileña de San Pablo afrontó ayer una jornada de caos, marcada por un nuevo día de fuerte calor y lluvias en uno de los veranos más húmedos en seis décadas, con zonas totalmente inundadas, en una situación que ya dejó 73 muertos en todo el estado tras 44 días seguidos de precipitaciones.

El Centro de Gestión de Emergencias de la ciudad (CGE) dispuso decretar el estado de atención (el segundo de la escala de emergencias) debido a la situación y tres regiones en estado de alerta (el penúltimo nivel) por las inundaciones.

Las autoridades del estado registran 73 decesos desde que comenzaron las lluvias a inicios de diciembre pasado, la mayoría en la capital, San Pablo.

La última víctima fue una mujer de 72 años que fue arrastrada por las aguas en una comunidad pobre del barrio Parque Santa Madalena tras desbarrancarse seis viviendas precarias.

Imágenes tomadas desde helicópteros por el canal de televisión local Bandeirantes mostraban áreas de la zona sur y este de la ciudad totalmente sumergidas en aguas amarronadas y el caos generado en la mayor ciudad de América del Sur, donde se llegaron a registrar más de 119 kilómetros de embotellamientos acumulados.

Se dispuso el cierre del aeropuerto Congonhas –el más activo de Brasil– para despegues y aterrizajes por una hora y cuarto debido al mal tiempo, pues en la jornada hubo tormenta eléctrica y vientos de más de 80 kilómetros por hora que derrumbaron decenas de árboles en diversas áreas.

Grupos del Cuerpo de Bomberos y la Policía realizaban en botes inflables y helicópteros tareas de rescate de personas aisladas en techos de viviendas y de vehículos.

El denominado camino de Ipiranga, lugar de declaración de la Independencia de Brasil y donde está el monumento en homenaje a ese acontecimiento, estaba tomado por un mar de agua que seguía en ascenso. Varios barrios quedaron sin luz.

Personas en balsas improvisadas, subidas a techos de buses casi hundidos pidiendo auxilio, otras en botes o caminando a lo largo de cercas, carros flotando, camiones de carga semihundidos y casas con agua llegando al techo, eran algunas de las imágenes repetidas por canales de televisión.

Ciudades del interior seguían sufriendo con la situación y tres de ellas decretaron el “estado de calamidad”.

Incluso los animales del zoológico de San Pablo están en peligro debido al nivel de las aguas, según imágenes de la televisión, que los mostraban cautivos y sin posibilidades de escapar.

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