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Fuerte viento provocó daños en el centro provincial

En la ciudad de Rafaela hubo voladuras de techos, además de caí das de árboles, carteles y hasta un mástil. La localidad más afectada era Arroyo Aguiar – cerca de la capital provincial– y continuaba lloviendo en el departamento San Martín.


Un fuerte temporal afectó en la mañana de ayer distintas localidades del centro de la provincia de Santa Fe. En la ciudad de Rafaela, cabecera del departamento Castellanos, vientos que llegaron a los 110 kilómetros por hora causaron destrozos y cortes de luz, con importantes anegamientos.

El director de Protección Civil Marcos Escajadillo se encontraba trabajando en la zona y, en diálogo con El Ciudadano, contó que la localidad más afectada era Arroyo Aguiar, en el departamento La Capital, donde una familia debió autoevacuarse en la casa de un familiar, ya que el viento arrancó por completo el techo de su casa. En el departamento Castellanos, también hubo daños en Santa Clara de Saguier y Estación Clucellas.

El 2017 llegó de la peor manera para Rafaela. El mástil que se encuentra frente a la Jefatura de Policía, el cual tenía colgadas todas las guirnaldas de luces que representaron el árbol de Navidad, fue tumbado por el fuerte viento, aunque afortunadamente no circulaban automóviles ni peatones por el lugar.

Árboles caídos –algunos de ellos sobre automóviles– techos arrancados, carteles de publicidad y comercios derribados, antenas en el piso y cables de electricidad en la vereda eran ayer las postales de la Rafaela.

Mientras Protección Civil trabajaba con los afectados, personal de la Municipalidad de Rafaela realizaba la limpieza con camiones, retirando ramas y árboles caídos.

Por otra parte, Escajadillo informó que ayer a la tarde se encontraba lloviendo con intensidad en el centro del departamento San Martín, siendo las localidades de Carlos Pellegrini y Landeta las más afectadas.

Teodelina se recupera

Los más de 50 evacuados de la localidad santafesina de Teodelina, en el departamento General López, comenzaron ayer a retornar a sus hogares, luego del desborde de arroyos cercanos al casco urbano, informaron desde el cuartel de Bomberos Voluntarios del pueblo ubicado a 210 kilómetros de Rosario.

La ruta provincial 94 continuaba cortada, ya que debieron romper el pavimento para que escurra el agua. En la madrugada de ayer llovieron 25 milímetros, por lo que también quedaron inhabilitados los caminos rurales que servían como desvío.

Si bien sólo un pequeño sector del pueblo de 6.400 habitantes continuaba anegado, ya que el agua escurrió completamente del casco urbano, el panorama en los campos de la zona era muy grave, con espejos de agua que afectaban tanto el ganado como los cultivos.

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