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Un país, dos presidentes

Fuerte cruce entre Guaidó y Maduro por la “ayuda humanitaria” para Venezuela

El autoproclamado presidente Guaidó presiona para que permitan el ingreso de fondos y provisiones. El líder chavista rechazó la iniciativa ya que la considera “una limosna” y el comienzo de una intervención militar en el país caribeño


Guaidó quiere el ingreso de ayuda humanitaria, pero Maduro lo descartó de plano.

El opositor Juan Guaidó, redobló su presión por el ingreso de ayuda humanitaria, desafiando al mandatario Nicolás Maduro, que la considera el inicio de una intervención militar de Estados Unidos. “Aquí en Venezuela no va a entrar nadie, ni un soldado invasor”, sentenció por su parte el presidente socialista, quien cuenta entre sus aliados a Rusia, China, Turquía e Irán.

El diputado Miguel Pizarro, jefe de la comisión parlamentaria sobre la ayuda, admitió que el dilema está en “la entrada”, para lo cual se creará una red de instituciones –como la Iglesia católica– y de personal médico. “Quieren decirle al mundo entero que la ayuda humanitaria es el solapamiento para que metamos en una caja a un marine doblado para que después tome el poder por las armas, eso no es lo que esta planteado, se trata de salvar vidas”, aseguró.

La ayuda humanitaria es el nuevo reto de Guaidó tras ser reconocido anteayer como presidente encargado por una veintena de países europeos, luego de expirar un ultimátum dado a Maduro para que convocara “elecciones libres”.

“Quieren mandar dos camioncitos con cuatro peroles (cosas), Venezuela no tiene que mendigar a nadie. Si quieren ayudar que cesen el bloqueo y las sanciones”, dijo Maduro, al asegurar que no permitirá que “humillen” al país con el “show de la ayuda humanitaria”.

“Toda una limosna”

Estados Unidos, que no descarta una acción armada en Venezuela, ofreció una ayuda inicial de 20 millones de dólares, Canadá 40 millones y la Unión Europea aprobó este martes 7,5 millones, todo una “limosna”, según Maduro. Guaidó convocó a una movilización el 12 de febrero y a otra en fecha por definir para exigir a los militares, principal sostén de Maduro, que dejen entrar los cargamentos, que también serán enviados por el fronterizo Brasil y una isla caribeña.

“Hay entre 250.000 y 300.000 venezolanos en riesgo de morir. El primer aporte es para esa población mas vulnerable”, aseguró Guaidó, quien admitió que la primera ayuda sólo alcanzará para un mes y para cinco hospitales. El opositor denunció que militares tendrán la orden oficial de no dejar entrar la ayuda o de robarla para distribuirla en programas del gobierno. “No crucen esa línea roja”, advirtió Pizarro al alto mando y a los soldados.

La representación de Guaidó en Estados Unidos anunció una conferencia internacional sobre ayuda humanitaria a Venezuela el 14 de febrero en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington.

 

Diálogo como “maniobra”

Maduro acusa a Washington –con el que rompió nexos diplomáticos– de usar a Guaidó como “títere” para derrocarlo y apropiarse del petróleo venezolano, y a los países europeos de apoyar esos “planes golpistas”. Su aliado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó a los países de la Unión Europea (UE) de que “por un lado hablan de elecciones y democracia” y luego tratan de “derrocar un gobierno” de “manera violenta y con artimañas”.

Fortalecido con el reconocimiento europeo, que se suma al de Estados Unidos, Canadá y unos 12 países latinoamericanos, Guaidó pedirá a la UE la protección de cuentas y activos venezolanos, como hizo Estados Unidos, que embargará la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril.

Buscando una salida pacífica a la crisis, un grupo de contacto de 8 países de la UE y cuatro latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay), se reunirá mañana en Montevideo en presencia también de México, que dijo no pertenecer al grupo. Maduro dice esperar que de allí salga una mesa de diálogo, pero Guaidó descartó que la oposición vaya a participar pues no caerá “en un falso diálogo”.

Aunque abogó por una salida pacífica al conflicto, el Grupo de Lima (Canadá y 10 países latinoamericanos), reunido el lunes en Ottawa, denunció que Maduro usa la negociación como “maniobra dilatoria para perpetuarse en el poder”. Intentando parar la arremetida de Guaidó, Maduro impulsa adelantar de 2020 a este año las elecciones legislativas, apostando a que la oposición pierda el único poder que controla.

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