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Fin de semana cerrado

Fuerte Apache: denunció a narcos y quedó a la deriva

Una mujer tuvo que abandonar su vivienda ante reiterados ataques que sufre desde diciembre pasado.


Una mujer que denunció el año pasado a una banda que se dedica al narcomenudeo tuvo que abandonar anteanoche su casa, al igual que su madre, en la zona sur. La víctima había realizado una nueva presentación el jueves pasado y la Justicia provincial ordenó rondas por parte de la comisaría 21ª, medida que no fue suficiente cuando, anteanoche, fueron a amenazarla y la sacaron de su casa. Su madre decidió mudarse a la vivienda de un familiar por miedo a la banda que gobierna el tráfico en Fuerte Apache: Los Gorditos. La mujer contó que se presentó en el Centro Territorial de Denuncia (CTD) del Ministerio Público de la Acusación y le dijeron que no había quién la atendiera hasta mañana. Una respuesta similar recibió en la Fiscalía federal, cuando fue acompañada por la referente del Movimiento Evita Alejandra Fedele.

Hace un tiempo que Romina se mudó con su hijo de 11 años a la zona que está a la altura de Anchorena al 1500, entre Lamadrid y Presidente Roca, en Fuerte Apache. Fedele describió que ayer se encontró con Romina y ésta le mostró los registros de las dos denuncias que había hecho. La primera fue en diciembre pasado: contó que un grupo de pibes le había ofrecido vender (droga) para ellos y como no aceptó comenzaron los hostigamientos: le balearon la casa, le sacaron la cocina y la heladera junto con las pocas cosas de valor que tenía. También relató las amenazas que recibía. Desde la Fiscalía dispusieron que un patrullero de la comisaría 21ª  hiciera las rondas y no de la seccional 15ª, que tiene jurisdicción en la zona.

Pero el jueves último volvió la bronca: un par de pibes fueron hasta la casa de la madre de Romina a buscarla “porque había buchoneado a la Policía”. Como ella no estaba, uno propuso llevarse al hijo de 11 años y fue en ese momento que un patrullero los vio. Los policías detuvieron a un adolescente, a quien los uniformados le incautaron un arma de fuego y quedó detenido en el Irar. “Romina volvió a hacer la denuncia porque detuvieron a uno pero los otros están ahí”, señaló Fedele.

Un día más tarde, en la madrugada de anteayer, los Gorditos aprovecharon la quietud de la madrugada para arremeter con las amenazas de muerte y sacaron a Romina de su casa. Su hijo se fue con la abuela a la vivienda de un familiar. Ayer la mujer quiso hacer la denuncia en el CTD de Montevideo al 1900 pero allí la dijeron que no había nadie y le informaron que tenía que volver mañana, describió Fedele.

Como se trata de una banda relacionada con la venta de estupefacientes, Fedele se presentó en la Fiscalía federal donde, según contó, la atendió un custodio que le trasmitió que los fines de semana no se tomaban denuncias y que si quería podía escribirla y dejarla en el llamado Buzón de la Vida, destinada a denuncias anónimas. “Le expliqué la situación, que la muchacha estaba en la calle porque le habían sacado la casa, que ya tiene todo el frente baleado. El custodio llamó al fiscal en turno, pero la respuesta fue la misma: que escriba la denuncia o vuelva el lunes”, describió para agregar que deberán esperar hasta el lunes para ver si el Estado se decide a intervenir para que Romina pueda recuperar sus pertenencias y su casa.

Los Gorditos

Fuerte Apache y la lindera villa Flammarión fue escenario en los últimos meses de ataques vinculados con disputas por narcomenudeo. Según conocedores del barrio, los Gorditos heredaron la zona tras la caída en desgracia de otra gavilla, conocida como Nietos de la Doris, que disputaba el lugar con otro grupo, liderado por un tal Lucas. Pero, en julio último apareció otro jugador, apodado Juanca y vinculado con los Monos, quien terminó preso por tenencia de arma y se fugó días después de la comisaría 15ª. Le adjudican a éste haber baleado a un integrante los Gorditos.

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