Edición Impresa

Doble crimen

Frontera: dos cuerpos calcinados en un auto

Los mataron a tiros y prendieron fuego el vehículo en que se movilizaban.


Los cuerpos calcinados y baleados de dos santotomesinos fueron hallados ayer por la mañana en el interior de un auto en la localidad santafesina de Frontera, en el departamento Castellanos, que limita por una avenida con la ciudad cordobesa de San Francisco.

Según fuentes judiciales, minutos después de las 9 de ayer personal de la Cooperativa Eléctrica de la lindera localidad de Josefina, revisaba el cableado rural cuando le llamó la atención una columna de humo que provenía de un camino de tierra. Al acercarse al lugar, que es de difícil acceso por la gran cantidad de pastizales y basura, los trabajadores se encontraron con un Peugeot 307 calcinado y en su interior la presencia de dos cadáveres, a unos metros del ingreso a un basurero, ubicado en la zona sur de la ciudad y cerca de la ruta provincial 32S. “Los cuerpos corresponden a dos hombres jóvenes que estaban semicalcinados y presentaban heridas de bala”, describió ayer a la tarde el fiscal de Rafaela Carlos Vottero a la agencia de noticias DYN.

De inmediato, agentes de la Unidad Regional V y de la Policía de Investigaciones santafesina dieron intervención a la Justicia y montaron un operativo con patrulleros y peritos para analizar la escena y recolectar pruebas. En ese marco, los pesquisas estimaron que los asesinatos habían ocurrido entre las 18 del lunes y la madrugada de ayer. Además, los voceros del caso describieron que es probable que los homicidios ocurrieran en el mismo lugar donde fueron hallados los cuerpos.

Se trata de dos hombres oriundos de la ciudad de Santo Tomé identificados como Germán Ezequiel Lozada, de 38 años, quien estaba en el asiento del conductor del 307 y con domicilio en calle Mitre al 4700 de Santo Tomé. A su vez, el acompañante fue identificado como Martín Chamorro, también santotomesino, de entre 25 y 30 años, y conocido por el apodo de Pitín, quien según una primera estimación tenía un tiro en la cabeza. Fuentes allegadas al caso agregaron que la dupla alquilaba un departamento en calle 7 entre 58 y 60 y que los vecinos de ese barrio los llamaban “los santafesinos del 307” y añadieron que el auto negro estaba a nombre de una mujer de Santo Tomé.

En ese marco, voceros del caso deslizaron que en principio se cree que se trató de un crimen perpetrado en lo que se conoce como un ajuste de cuentas. Los homicidas buscaron ocultar a las víctimas dado que las dejaron en una zona rural de la localidad de Frontera, a más de cinco kilómetros del casco céntrico del pueblo.

A su vez, el secretario de Gobierno y Acción Social de Rafaela, Alejandro Lucarelli, en diálogo con medios radiales contó que al menos uno de ellos contaba con un frondoso prontuario. Declaración que se comprobó con el correr de las horas debido a que las fuentes agregaron que uno de ellos salió hace unos meses tras cumplir una condena a 7 años de prisión por una causa por comercialización de estupefacientes.

Por su parte, medios periodísticos de la ciudad de San Francisco describieron que una hermana y la novia –residente en Frontera– de Lozada se trenzaron a golpes tras acusaciones cruzadas. cuando se presentaron en sede policial para identificar los cuerpos. Añadieron que la pareja de este hombre dijo que a las cinco de la tarde del lunes Lozada recibió una llamada y junto con Chamorro salieron de su casa en el 307 negro.

Uno de los cadáveres presentaba un tatuaje con el escudo del club de fútbol Colón en un brazo, ampliaron los pesquisas.

El fiscal a cargo del caso ordenó la autopsia y una serie de peritajes en el lugar para intentar dar con la identidad de los autores del doble crimen.

Entre aquella “crucifixión” y el Patrón Héctor Gallardo

La ciudad santafesina de Frontera tuvo su renombre a nivel nacional por dos hechos policiales en los últimos meses: por ser sede de las operaciones internacionales que realizaba un importante narco que cayó en 2013 y porque los uniformados de la comisaría 6ª crucificaron a un joven.

A principios de noviembre del año pasado fue procesado por la Justicia federal cordobesa Héctor Argentino “Patrón” Gallardo, acusado de liderar una red narco internacional con sede en San Francisco y Frontera. Además, fue imputado por tentativa de homicidio y también se lo investiga por lavado, porque se cree que compraba autos, campos y cereales para blanquear los activos.

En tanto, el segundo de los hechos resonantes se conoció a finales de mayo pasado cuando Víctor Robledo, de 27 años, denunció a los uniformados de esa ciudad porque habían simulado con él una crucifixión. La noche del 21 de mayo, los policías ataron a Robledo con cinta de embalar a un poste, lo dejaron toda la noche a la intemperie casi sin ropa y le colgaron un cartel con la leyenda “No robarás”, del lado de la avenida que es la jurisdicción de la vecina localidad cordobesa de San Francisco. Por el caso, que destapó otros hechos de abuso policial, una docena de uniformados fueron removidos de sus cargos y algunos terminaron imputados por graves cargos.

Comentarios

10