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Frente escolar jaquea a Macri

Mientras una veintena de colegios porteños permanece tomada por los alumnos en reclamo de mejoras edilicias, sindicalistas del sector educativo repudiaron “listas negras” y hubo un fuerte paro docente.

El conflicto que mantienen estudiantes secundarios con el gobierno porteño en reclamo de mejoras edilicias se agudizó ayer con la toma de otras cinco escuelas, con lo que suman 19 los establecimientos ocupados por alumnos, mientras en el resto de los colegios hubo una actividad casi nula a raíz de la alta adhesión al paro docente que se desarrolló ayer, y que tuvo una concentración frente a la jefatura de Gobierno porteña para reclamar soluciones urgentes para las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y repudiar la política educativa de la gestión de Mauricio Macri. Por su parte, el gobierno porteño anunció que descontará haberes a quienes adhirieron a la huelga. En tanto, el instructivo interno que hizo circular el gobierno porteño en las escuelas en el que se indica que los directores deben identificar a los alumnos que protestan y realizar una denuncia policial de la toma causó ayer reacciones adversas en el sindicalismo docente.

El gobierno porteño reiteró que no recibirá a los estudiantes que ocupen colegios pero propuso una mediación a través del Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la ciudad y los consejos de convivencia de cada escuela.

La controversia en torno del reclamo de los estudiantes que piden reparación de los edificios –muchos de los cuales presentan caída de mampostería, baños clausurados o falta de gas– se agravó ayer al sumarse más alumnos a la protesta, mientras el gobierno porteño volvió a calificar de “demandas políticas” a los reclamos.

Acerca de las polémicas “listas negras”, Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), aseguró que se presentarán ante la Justicia para que declare inconstitucional ese instructivo y la solicitud de listas de estudiantes que llevan adelante una toma.

Por su parte, la Secretaría de la Juventud y de Derechos Humanos de la CGT repudió ayer “las listas negras” en las escuelas secundarias a través de un comunicado conjunto en el que respaldan las tomas de colegios.

El texto destaca que “Macri, coherente con su política de gobierno, pretende resolver los problemas edilicios que sufre la educación porteña en la persona de sus estudiantes y docentes, reprimiendo”.

El ministro de Educación de la ciudad, Esteban Bullrich, negó ayer que se soliciten listas de estudiantes con fines persecutorios, y aseguró: “Luego de la denuncia del rector del colegio Manuel Belgrano en el que afirmaba que había fiestas con alcohol dentro de la escuela, queremos saber si son alumnos los que están en las tomas y si sus padres saben que están dentro del colegio”.

Bullrich afirmó: “El reclamo de los estudiantes es político porque el gobierno porteño invirtió el doble de otras administraciones en infraestructura escolar. Cuando llegamos había 300 escuelas sin calefacción y hoy todas lo tienen”.

El ministro aseguró que el objetivo de las tomas es “echar a Macri” y aseguró: “Extenderemos el ciclo lectivo todo lo que haga falta para recuperar todos estos días de clase perdidos”.

Además, anunció que dará intervención al Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la ciudad para que medie con los alumnos que están realizando las tomas porque “se está cercenando el derecho a aprender que tienen los chicos que no participan de la protesta”.

La Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (Cues), que tiene representantes en 25 escuelas, organizó las ocupaciones hace unos 15 días tras una reunión en el colegio Manuel Belgrano y con el transcurso de las semanas el conflicto se fue generalizando.

En tanto, el colegio Mariano Moreno debatía anoche si se sumaba a las ocupaciones, mientras que también permanecía ocupada la Escuela de Comercio Carlos Pellegrini, aunque este establecimiento depende de la Universidad de Buenos Aires.

Los estudiantes marcharon ayer con los sindicatos docentes que se concentraron en la Jefatura de gobierno porteño en el marco del paro de 24 horas que tuvo un acatamiento del 95 por ciento, según los gremios. Para el gobierno, en cambio, paró un 75 por ciento de los docentes; un 50 por ciento de los directivos y menos del 5 por ciento de los maestros privados.

El paro convocado por los 17 sindicatos porteños se realizó en reclamo del adelantamiento del cronograma salarial acordado a principios de este año en el marco de las paritarias, cobro en tiempo y forma de los docentes interinos, reparación edilicia y fin de las listas negras de estudiantes.

El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, adelantó que descontará el día a quienes no hayan trabajado y calificó el paro de “político porque plantea demandas salariales que ya se resolvieron hace meses”.

El ministro Bullrich aseguró que el paro es “violatorio del acuerdo paritario que los mismos sindicatos propusieron que fuera anual y no semestral” y añadió: “No abandonamos la vocación de diálogo con los docentes”.

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