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Freno oficial al plan de Moyano por Ganancias

Por ahora el gobierno no tiene en los planes avanzar con el proyecto de redistribución de las ganancias de las empresas para los trabajadores.

Por ahora, el gobierno no tiene en sus planes avanzar en el Congreso con el proyecto de redistribución de ganancias de las empresas para los trabajadores. Tampoco en una nueva suba del mínimo no imponible del tributo. Ambas son embestidas de Hugo Moyano para esta parte del año, luego de haber triunfado en las elecciones internas del sindicato de Camioneros y como estrategia para posicionarse en su continuidad al frente de la CGT por cuatro años más desde 2012.

Fuentes del gobierno nacional aseguraban este fin de semana que ninguna de las dos ideas tiene por ahora cabida en la agenda oficial, concentrada en estas horas en tratar de generar la menor cantidad de incertidumbres económicas posibles. La visión del kirchnerismo, en medio de una campaña presidencial, es consolidar el mercado interno y la alianza con los sectores empresarios antes que crear nuevos problemas fiscales y financieros. Se hablaba incluso del buen momento que el frente oficial mantiene con los privados en lo que va de la campaña y ciertos cortocircuitos con Moyano que serían tratados después del 23 de octubre. Hay incluso quien desde las cercanías de la presidenta Cristina de Kirchner no vio con buenos ojos estas embestidas moyanistas, luego de su triunfo en Camioneros.

La primera intención del titular dela CGTes que el diputado nacional Héctor Recalde acelere en Diputados el debate por la ley de reparto de ganancias, un proyecto que aún descansa en la comisión de Legislación Laboral, sin fecha concreta para ser tratado en el recinto. Saben Moyano y Recalde que la única manera de acelerar el proyecto este año es con el apoyo total del bloque del Frente parala Victoriay de los aliados del oficialismo, y aun así no tendría éxito asegurado. Por esto, desde el gobierno se congeló a comienzo de año la iniciativa a la espera de una nueva cámara y un nuevo ejercicio. En otras palabras, recién para 2012 la idea sería tratada.

Si esto sucediera, sabe Recalde, la aprobación de una reforma de este tipo implicaría que la aplicación del reparto de utilidades (hasta el 10 por ciento, el 5 por ciento directo y el otro 5 por ciento para un fondo de estabilidad laboral) podría arrancar recién en 2013. Esto sucede porque Ganancias es un tributo anualizado, y sólo puede implementarse una reforma sobre ejercicio terminado. Sólo si Diputados y el Senado lo aprobaran antes de diciembre de este año (una utopía) podría comenzar a regir desde 2012. Además, si el tributo se aprobara el próximo año, los trabajadores comenzarían recién en marzo de2014 apercibir algún tipo de dividendo. Por todo esto, desde el gobierno ven esta embestida con una intencionalidad más política que económica real.

Situación similar existe en el otro reclamo de Moyano, la intención de que nuevamente el gobierno suba el mínimo no imponible de Ganancias. El camionero, como muchos otros gremios, analiza con cierta razón que los aumentos de las paritarias de este año, que en la mayoría de los casos operan ya casi a pleno, hicieron que muchos empleados en relación de dependencia perdieran gran parte del incremento salarial al ser alcanzados por Ganancias. Esto pese al incremento aplicado por el gobierno en marzo de este año, que llevó el nuevo tope a los  5.782 pesos para los solteros y 7.998 pesos para los casados con dos hijos.

Nuevamente, la iniciativa no está en los planes oficiales por una cuestión fiscal.

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