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Básquet

Freddy Navarro y su pasión: si los chicos no van al básquet, el básquet va a los chicos

El entrenador de los más pequeños de Echesortu no puede dar las clases por Zoom, pero no se queda con los brazos cruzados y trabaja con los chicos en la puerta de sus casas. Conocé esta historia


Si los chicos no pueden ir al básquet, el básquet va a los chicos. Freddy Navarro, el DT de los chiquitos de Echesortu va a sus casas para entrenar al aire libre y con cuidados. Toda una demostración de pasión por el básquet y la profesión.

“No siempre se cuenta con todos los elementos para dar clases por Zoom y como otros profes me dan una mano colaborando desde sus casas y dando ellos charlas y prácticas, pero la idea fue no quedarme con los brazos cruzados y se me ocurrió ir casa por casa con los chicos de Echesortu”, explicó Freddy quien arma el recorrido y luego lo ejecuta: “Organizo los grupos el día anterior y busco que queden de 5 a 6 chicos por día, dentro del mismo radio, y así paso a dar la actividad entre 20 a 30 minutos por chico. Se coordina con los papás, que también participan de las prácticas”.

Y para eso montó toda su logística: “Salgo en la bicicleta con un canasto acondicionado para llevar, una pelota, conos, sogas, tizas, pelotitas de colores, una pizarra blanca, fibras, globos y todo lo necesario para higienizar los elementos”

Esta forma de trabajo, que se vio ya en diferentes puntos de la provincia en algunas localidades más pequeñas, no es nueva para el entrenador, que lo hacía en otra época sin los problemas que acarrea la pandemia.

“Esto nace de la época en la que comencé a trabajar con las categorías inferiores de Central Córdoba, en la década de los ochenta. Cuando empecé a reclutar chicos para armar las categorías iba con los volantes puerta por puerta, pero no los tiraba, sino que tocaba el timbre y ofrecía mostrarles lo que iba a iniciar cuando se llegaran al club”, explicó.

Si bien en el ambiente del básquet Freddy no necesita presentación, para la mirada global hay que contar que se trata de un apasionado del deporte y que como otros tantos dedica su vida a acercar chicos y chicas al juego, realizando el trabajo de “hormiga” que permite nutrir a las bases del básquet. Su reconocimiento pasa por otro lado, quizás alejado de los títulos, léase tanto campeonatos como titulares mediáticos. Pero su labor es igual de importante.

Toda una muestra del cariño por el deporte, para los profes que a pesar de las dificultades trabajan para motivar a los chicos, ya sea desde la compu, la videollamada, o en este caso, puerta a puerta.

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