Las hostilidades entre Israel y Hamas se reanudaron anteayer tras la ruptura de la tregua en la Franja de Gaza, con al menos veinte palestinos muertos, incluidos la esposa y el bebé del jefe militar del movimiento palestino, blanco de un ataque israelí, quien no estaba en su casa y sigue al mando de las Brigadas Al Qasam.
La espiral de violencia había estallado el martes por la noche, cuando cohetes lanzados desde el enclave palestino llegaron hasta Tel Aviv y Jerusalén, poniendo fin a una tregua globalmente respetada desde el 11 de agosto. Al mismo tiempo, los drones israelíes reiniciaron sus bombardeos de réplica contra el territorio palestino, ya devastado por un mes de guerra.
Al menos veinte palestinos murieron, según los servicios de socorro locales, entre ellos nueve niños y tres mujeres, con lo que son ya más de 2.038 los palestinos muertos desde el inicio de las hostilidades el pasado 8 de julio.
Entre las víctimas figuran la esposa y un hijo de siete meses de Mohammed Deif, jefe de las Brigadas Al Qasam, brazo armado de Hamas, que controla la Franja.
“Mohamed Deif merece la muerte como (el ex número uno de Al Qaeda, Osama) Bin Laden, es un blanco legítimo, y cuando se presenta una oportunidad hay que explotarla para liquidarlo”, justificó el ministro israelí del Interior, Gideon Saar.
El movimiento palestino Hamas afirmó que Deif sigue vivo y al mando de las operaciones militares. Cientos de palestinos exigieron “venganza” ayer en los funerales de la esposa y el bebé de Mohamed Deif. El ataque dejó además 45 heridos. Israel ha intentado asesinar a Deif, jefe desde 2002 de las Brigadas Al Qasam, en cinco ocasiones.
Desde el inicio de la guerra, 2.038 palestinos han muerto, en gran parte civiles, y 10.302 resultaron heridos. Asimismo, 64 soldados israelíes perdieron la vida y los cohetes lanzados desde Gaza mataron a tres civiles en territorio hebreo. El ejército israelí ha registrado sus pérdidas más importantes desde el conflicto de 2006 contra el Hezbolá libanés.
Negociaciones paralizadas
La ruptura de la tregua, que expiraba anteanoche, conllevó la paralización de las negociaciones en El Cairo entre israelíes y palestinos para intentar alcanzar un alto el fuego duradero. La delegación israelí se marchó tras un llamamiento del gobierno de Israel y los palestinos lo iban a hacer ayer. “El alto el fuego está muerto, e Israel es responsable”, dijo Azam al Ahmed, jefe de la delegación palestina, que participaba en El Cairo en las negociaciones indirectas con Israel.
“Nos marchamos mañana, pero no nos retiramos de las negociaciones”, habría dicho Ahmed, quien confirmó que no volverán a El Cairo hasta que Israel no responda a su propuesta de tregua.
Asimismo, el secretario general de la Liga Árabe acusó a Israel de haber impedido un acuerdo para un alto el fuego duradero en Gaza obstaculizando las negociaciones indirectas en El Cairo.
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