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Muerte dudosa

Franco Casco apareció sin vida

El cuerpo hallado anteayer en el río Paraná era el del joven bonaerense. Según la autopsia, llevaba 15 días o más en el agua, aunque no se definió causa del fallecimiento. Habrá otra necropsia con perito de parte a pedido de la familia de la víctima.


En la mañana de ayer, los padres de Franco Casco identificaron el cuerpo que había sido encontrado un día antes flotando en el río, en las inmediaciones del Parque España, como el del joven que estaba desaparecido desde el 6 de octubre y cuyo último rastro es que estuvo detenido en la comisaría 7ª. Un forense del Instituto Médico Legal indicó que el cadáver estuvo 15 días o más en el agua por lo que presentaba un estado de descomposición avanzado que impidió en una primera autopsia definir la causa de muerte. En tanto, el defensor provincial Gabriel Ganón pidió con urgencia el paso de la causa a la Justicia federal, al interpretar que se trata de un caso de desaparición forzada de persona. En sintonía, la Procuvim pidió lo mismo ante el juez federal Carlos Vera Barros y que se aparte de la investigación a la Policía santafesina. En tanto, el fiscal Guillermo Apanowicz, quien por el momento investiga una “muerte dudosa”, volvió a declarar que no dispone de elementos para pensar en que hayan existido irregularidades por parte de la Policía.

Ayer cerca de las 11 se conoció la noticia de que el cadáver hallado el jueves por la tarde en el río Paraná –frente al Parque España– es el de Franco Casco. El cuerpo del joven bonaerense de 20 años fue identificado por sus padres por la vestimenta y un tatuaje en un brazo. El forense Raúl Rodríguez declaró ayer ante medios que el cuerpo fue hallado en un estado de descomposición avanzado que hizo imposible dilucidar en una primera autopsia la existencia de signos de agresión externa, por lo que aún se desconoce la causa de muerte. En este primer estudio se observó que el cadáver no presentaba lesiones óseas, heridas de arma blanca ni proyectiles. Asimismo, Rodríguez detalló que se obtuvieron diferentes muestras biológicas que serán enviadas a Buenos Aires para estudios de mayor complejidad.

Desde el Ministerio de la Acusación se informó que, a partir de la aparición del cuerpo del joven, los fiscales Guillermo Apanowicz, de la Unidad de Investigación y Juicio y a cargo de las investigaciones hasta el momento, y Mariana Prunotto, quien interviene desde el hallazgo del cadáver (trabaja en la Unidad de Homicidios Culposos), trabajarán en conjunto para determinar la causa del deceso. En este sentido, Prunotto declaró que la familia de la víctima pidió que se vuelva a realizar la autopsia con la presencia de un médico forense de parte. Esta solicitud fue consentida por la Fiscalía y se especula con que la necropsia puede realizarse hoy. En tanto, Apanowicz sostuvo que se recabará información acerca de posibles testigos y de las cámaras de seguridad de la zona donde fue hallado el cuerpo.

Desaparición forzada

El defensor provincial Gabriel Ganón reiteró ayer su pedido de que la investigación de la muerte de Franco pase a la Justicia federal por tratarse de un caso de desaparición forzada de persona, “lo que constituye un delito de lesa humanidad”. El representante de la familia de la víctima solicitó que en la investigación médica de las muestras biológicas intervenga un perito del Ministerio Público Fiscal de la Nación. En el mismo sentido, el titular de la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvim), Abel Córdoba, quien ya había presentado un habeas corpus ante el juez federal Carlos Vera Barros anteayer, pidió al mismo magistrado ayer que el caso tramite en el fuero federal, por tratarse de un delito que se configura “por la afectación a derechos esenciales e inderogables”. Además, solicitó que se aparte de la causa a la Policía provincial, según publicó el sitio fiscales.gov.ar.

Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Constanza Villanueva manifestó que es necesaria la conformación inmediata de “una comisión investigadora independiente del poder político y judicial, con plenos poderes para poder investigar y libre acceso a la toda la información”. En este sentido, agregó la representante de esta ONG: “Desde el primer momento planteamos que el Estado era el responsable; hubo una actuación inescrupulosa de la Fiscalía que ha encubierto todo el tiempo al personal de la comisaría 7ª. Los familiares y los organismos de derechos humanos somos los únicos interesados en el esclarecimiento del asesinato de Franco”.

La investigación

Franco Casco Godoy llegó a Rosario desde Florencio Varela a comienzos del mes pasado para visitar a sus tíos y primos. El 6 de octubre tenía planeado regresar a Buenos Aires en tren pero, desde ese día, su familia no tuvo más contacto con él. El último rastro que sus padres obtuvieron acerca de su paradero es que el joven estuvo detenido el 7 de octubre entre las 13.40 y las 22.05 en la comisaría 7ª, de Cafferata al 300. Anteayer, a 24 días de su desaparición, personal de Prefectura Naval encontró el cuerpo del muchacho en el kilómetro 4,8 del río Paraná. Esa misma tarde, en el cruce Alberdi centenares de personas se concentraron para acompañar a los familiares de Franco en una manifestación en reclamo de su aparición con vida, que concluyó frente a la cuestionada dependencia policial.

“No tengo ningún elemento para pensar en irregularidades por parte de la Policía”, expresó ayer el fiscal Guillermo Apanowicz en relación con los avances de la investigación del caso. El fiscal explicó que tomó declaración al personal policial de la seccional 7ª y que sus dichos coinciden con las actas asentadas en el libro de guardia del día en que estuvo detenido el muchacho. Acerca de los presos que se encontraban detenidos el 7 de octubre en la comisaría 7ª, cuyo jefe es el subcomisario Diego Álvarez, indicó que las entrevistas con ellos –en calidad de testigos– fueron realizadas por personal de la Secretaría de Derechos Humanos y del Servicio Público de la Defensa. Apanowicz dijo desconocer lo que se declaró en esas entrevistas, pero prometió que “con urgencia” tomará estos testimonios en la dependencia policial.

Por otro lado, el fiscal se refirió al pedido de imágenes de las cámaras de seguridad cercanas a la seccional de Cafferata al 300. Según sus dichos, de todo el material solicitado –que incluye domos municipales– sólo se recibió el informe del Banco de Santa Fe, que indicó que las cintas son borradas cada 10 días automáticamente, por lo que las imágenes ya no están disponibles. En tanto, explicó que tuvieron acceso a una cámara de un cajero ubicado frente a la comisaría que arrojó un resultado negativo. Según el funcionario judicial, esto no significa que Franco no haya salido de la seccional, sino que el encuadre de la cámara es limitado a nivel espacial. Respecto de la firma del joven que figura en el acta de procedimiento, y que no fue reconocida por la madre del muchacho, Apanowicz indicó aún que no se pudo avanzar en el peritaje.

Finalmente, en relación con qué fue lo que ocurrió el 7 de octubre durante las horas en que Franco estuvo detenido, el fiscal detalló que a las 16 se le realizó una revisión médica. La médica a cargo dejó sentado en el libro de guardia que el muchacho estaba desorientado en tiempo y espacio. El personal policial declaró que a las 19 el joven dijo estar en condiciones de ubicar el domicilio de su tía en Empalme Graneros (donde se alojaba). En ese momento, se subieron a un patrullero y recorrieron la zona pero, según esta versión, el muchacho no se pudo ubicar por lo que regresaron a la comisaría y fue liberado a las 22. Sobre este punto, el defensor provincial Ganón señaló que un informe sobre el GPS de los móviles de la comisaría no avala esta versión.

Críticas a la pesquisa

Ayer por la tarde, en una audiencia a partir del habeas corpus presentado anteayer por Ganón ante el juez Hernán Postma, declaró la médica policial que dijo haber revisado a Franco en la comisaría. Describió Ganón este testimonio: “Nos dejó con más dudas que certezas. Dijo que no se acordaba nada. Se remitía a lo que había firmado. Lo cual es indicativo de que o no lo vio o había cosas que no quería decir”.

Por su parte, el diputado provincial del Frente para la Victoria (FPV) Eduardo Toniolli acusó a las autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe porque estimó que “hay una clara negligencia”. Advirtió el titular de la comisión de Derechos y Garantías: “El secretario de Control de las fuerzas de seguridad de Santa Fe es quien tiene que llevar adelante la cuestión administrativa de investigación, y apoyar el accionar de la Justicia para investigar a aquellos agentes que han cometido algún ilícito, pero se encargó todo el tiempo de hacer las veces de abogado defensor de los agentes de la comisaría 7ª”. En el mismo sentido se expresaron ayer el nucleamiento al que pertenece Toniolli (Movimiento Evita), y los referentes de Iniciativa Popular: el diputado Oscar Urruty y la concejala Fernanda Gigliani.

Los tres testigos

Con anterioridad a la aparición del cuerpo de Franco, esta semana investigadores policiales informaron a la Fiscalía que el domingo pasado tres testigos dijeron haber visto a Franco Casco en un templo evangélico, lo que el secretario de Control provincial Ignacio del Vecchio dio a conocer a la prensa. El paso por este lugar de un joven con similares características fisonómicas quedó registrado por una cámara de seguridad pero, según Apanowicz, anteayer los familiares ya habían descartado que se tratara de él.

En relación con estos testimonios, Constanza Villanueva consideró se trató de una maniobra de encubrimiento elaborada por la misma Policía y sostenida por la Fiscalía: “Quien trae esta versión es el subcomisario de la 7ª. Es carne podrida que sólo nos hace recordar formas de proceder similares a las desapariciones de Jorge Julio López y Luciano Arruga”.

En sintonía dijo Ganón a El Ciudadano: “Esta persistencia de los fiscales de querer retener la competencia es en realidad una voluntad de seguir barriendo la tierra debajo de la alfombra. Porque aparecen detalles macabros y tenebrosos: estos testigos plantados, que judicial y políticamente se exhibieron para decir que había aparecido un muchacho descalzo y con el torso desnudo que pedía comida en un templo evangélico, coincide con que el cadáver que aparentemente es de Franco estaba con el torso desnudo y descalzo. ¿Cómo sabían estos testigos plantados que Franco estaba con el torso desnudo? O sea, se estaba preparando el terreno para, cuando el cuerpo apareciera –si pasaba más tiempo en el agua y no se podía determinar la fecha de muerte– hacer coincidir estos testimonios”.

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