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Llevó un mensaje de paz

Francisco visitó Jordania, en el inicio de su histórico viaje a Tierra Santa

El Papa se reunió con los reyes y celebró una misa en el estadio internacional de Ammán. Luego arribó al lugar donde, según la tradición, fue bautizado Jesús.


El papa Francisco llegó a Amman, primera etapa de su histórico viaje a Tierra Santa, donde afirmó que “es necesario y urgente encontrar una salida pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto entre israelíes y palestinos”, durante la ceremonia de bienvenida que le brindó el rey Abdulá II en el Palacio Real.

“La paz no se puede comprar, no se vende”, afirmó poco después durante la homilía que celebró en el estadio Internacional de Amman.

Se trata de “un don” que debemos “construir mediante gestos grandes y pequeños en nuestra vida cotidiana”, sostuvo frente a miles de personas.

El Pontífice reconoció que Jordania “da una generosa recepción a una grande cantidad de refugiados palestinos, iraquíes y procedentes de otras áreas de crisis, en particular de la cercana Siria, sacudida por un conflicto que dura desde hace demasiado tiempo”, en su discurso en el Palacio real.

Esa “hospitalidad merece el aprecio y el sostén de la comunidad internacional”, apuntó. La Iglesia, dijo luego, “quiere comprometerse en la asistencia a los refugiados y a quienes viven en la necesidad, sobre todo a través de Caritas Jordania”.

Siempre desde el Palacio real, el Papa dirigió “un saludo afectuoso a las comunidades cristianas del país que ofrecen su contribución al bien común de la sociedad en la cual están totalmente incluidos”. Y observó que éstas, si bien son minorías, pueden “profesar con tranquilidad su fe, en el respeto de la libertad religiosa, que es un fundamental derecho humano y que auspicio sea tenido en grande consideración en todas partes del Medio Oriente y del mundo”.

“Los cristianos se sienten y son ciudadanos a pleno título y quieren contribuir a la construcción de la sociedad junto a sus compatriotas musulmanes, ofreciendo su específico aporte”, agregó el Pontífice en su discurso pronunciado frente a los reyes de Jordania, Abdulá y la esposa Rania, y a las principales autoridades del país.

También expreso su “respeto y aprecio” por la comunidad musulmana, reconociendo el papel de “guía” llevado adelante por el rey Abdulá “en promover una más adecuada comprensión de las virtudes proclamadas por el Islam y la serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones”. Agradeció además al país por haber “alentados importantes iniciativas en favor del diálogo interreligioso para la promoción de la comprensión entre judíos, cristianos y musulmanes”.

Por su parte, el rey hachemita afirmó: “usted se comprometió por el diálogo, especialmente con el Islam”. En su bienvenida, el soberano dijo que es un honor para Jordania ser el “primer país musulmán que recibe su visita”. “Auspicio que podamos proseguir nuestro trabajo juntos”, acotó y remarcó los “terribles costos de las divisiones religiosas sectarias”.

Más tarde, Francisco ofició una misa ante unos 40 mil cristianos en el estadio internacional de Amman, durante la cual subrayó la necesidad de resaltar la paz como solución a los conflictos de la región. “La paz no se puede comprar, no se vende”, sostuvo.

El río Jordán, donde según las Escrituras fue bautizado Jesús, fue la siguiente etapa durante este primer día de viaje del Papa, quien bendijo sus aguas al igual que lo hiciera Pablo VI.

Concluyó esta primera jornada de peregrinaje manteniendo un encuentro con 600 refugiados y enfermos en la Iglesia latina de Betania, a orillas del Jordán.

Con su visita, Francisco se convertirá en el cuarto Papa de la historia moderna en visitar Medio Oriente en los últimos 50 años, después de que en 1964 Pablo VI se convirtiera en el primer pontífice que se desplazó al reino hachemta.

Este domingo Francisco viajará en helicóptero a Belén, donde realizará una visita de seis horas a lo que el programa oficial del Vaticano denomina “el Estado de Palestina”, un lenguaje que rechaza Israel.

Los palestinos ven la visita del Papa y el hecho de que vuele directamente desde Jordania, en lugar de cruzar las barreras de seguridad en Jerusalén, como un fuerte apoyo moral.

El domingo por la noche viajará a Israel para una visita de 32 horas con 16 eventos

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