Espectáculos

Entrevista

Folclore de ayer y de hoy

Los Trovadores del Norte, la histórica formación coral rosarina, continúa su legado en la voz de Fernando Rubín, hijo de uno de los fundadores.


Hay una anécdota y dice que un grupo de muchachos en el oeste rosarino se juntó en 1956 para dar vida a un conjunto orquestal coral que llamaron Los Trovadores del Norte porque, “si decíamos que éramos rosarinos de Echesortu, quién nos iba a dar bola”, se dice que confesó el propio Pancho “Romerito” Romero, uno de sus integrantes. El 22 de septiembre de ese año realizaron su debut en LT8. Esa quedaría como la fecha fundacional del grupo que más tarde sería considerado uno de los más importantes en la música vocal popular.

A lo largo de los más de sesenta años que transcurrieron hasta el presente, muchos de aquellos integrantes se alejaron o murieron y otros marcaron su camino para, desde la música, recordar esos clásicos que siguen cautivando en un resurgir de la canción coral dentro del folclore.

Se anunció recientemente que este viernes Los Trovadores del Norte tocarán en Les’t Dance Music Club. Así como suena. Cabrían aquí unas líneas al estilo de las de Romerito en los 50, para este nuevo cruce simbólico que tendrá, en pleno barrio de Pichincha, a una segunda generación de intérpretes de la banda original poniendo a sonar folclore bien fuerte.

“Conformé una nueva banda con los hermanos Leonardo y Luis Puís y José Luis Cejas. Somos cuatro voces y tocamos el repertorio clásico a cuatro voces y dos guitarras”, contó a El Ciudadano el cantor Fernando Rubín, hijo de Bernardo “Bolito” Rubín, uno de los fundadores del grupo hacia mediados de los 50.

Fernando tiene 47 años y en una charla expresó que su padre y su tío formaron Los Trovadores del Norte en el 56 y que para el 59 ya viajaban a tocar a Europa: “Eran como Los Fabulosos Cadillacs de ahora”, ejemplificó. En el 63 fueron elegidos Revelación en Cosquín con “Puente Pexoa”, de Armando Nelli y Mario del Tránsito Cocomarola, “que se sigue cantando porque es un himno”, refirió Rubín.

En familia a Estados Unidos

El grupo se conformaba por Rubín, Sergio “Chato” Ferrer, Fernando Irala, Jorge del Paraná y Roberto Egesti. “Cuando muere el Chato Ferrer había que actuar y le propuse a mi padre ocupar ese lugar. Yo tenía 26 años, venía del rocanrol y tenía pelo largo pero me sabía las canciones. Y los muchachos me aceptaron. Yo debuté en el 96 en Los Trovadores del Norte junto a mi padre”, contó Rubín hijo.

Su padre murió dos años después aunque llegaron a convivir en un escenario y grabar un disco que se llamó Los Trovadores del Norte en vivo en USA.

Del pasado hacia el presente

Hace doce años, Fernando Rubín se juntó con otros músicos y con ellos volvió a dar vida a Los Trovadores del Norte. Tras la muerte de su padre, contó, “la gente mayor del grupo se hizo al costado y agarré yo el mando. Hoy Los Trovadores del Norte es una marca mía”.

“Siempre digo que Bolito Rubín, Sergio «Chato» Ferrer, Carlos Pino, Gómez y Romerito fueron únicos”, comentó Fernando Rubín y destacó que las búsquedas con el grupo apuestan actualmente por demostrar lo nuevo. “Todos me preguntan cómo hago para llevar esa mochila. Yo les digo que es un trabajo constante”, explicó, al tiempo que confió que en los shows la gente les pide clásicos como “Si vas para Chile”, “Zamba del grillo” y “El Paraná en una zamba”.

“Tenemos zambas, chacareras, es un repertorio bien festivalero el que estamos haciendo pero los clásicos los aggiornamos con arreglos nuevos”, dijo y adelantó que en Let’s Dance cantarán “de todo” y brindarán un homenaje a su padre.

Para agendar

Los Trovadores del Norte tocarán este viernes, a partir de las 21, en Les’t Dance Music Club, de Callao esquina Güemes, en el corazón del barrio de Pinchincha.