¡Boca campeón! Gracias a River. Suena alocado, disparatado, surrealista, pero es la mejor síntesis de lo que sucedió en el infartante final de Liga. El Xeneize no pudo ganarle a Independiente, que batalló dignamente, aunque eso beneficiaba a Racing. Pero el Millonario derrotó a la Academia y Armani atajó un penal a los 42 minutos del complemento que podía significar el título para los de Gago. Y todo el morbo que rodeó a ambos partidos en la previa, quedó atrás para que los dirigidos por el Negro Ibarra se coronaran una vez más en la Bombonera.
La extenuante y cambiante Liga Profesional tuvo su desenlace para el infarto. Atrás quedaron 27 jornadas con varios equipos que amagaron con ganarla y no les alcanzó la nafta, como a Atlético Tucumán y Gimnasia. Al final, como sucede en este tipo de certámenes, los planteles más ricos, los de mayor recambio, sacaron chapa de candidato y Boca y Racing llegaron a la última fecha en una mano a mano que tenía ventaja para el Xeneize, aunque sin poder resbalar.
Con los ojos en la Bombonera o el Cilindro y los oídos en el otro escenario, los hinchas de Boca y Racing no imaginaron el final para el infarto que vivieron. Tal vez los futbolistas tampoco, aunque el final la dignidad de River e Independiente los puso como verdaderos jueces del final de torneo.
El primer aviso lo dio Independiente. El Rojo demostró que fue a la Bombonera a pelear y a los 32 minutos anotó tras un tonto penal de Advíncula muy bien ejecutado por Leandro Fernández.
Hasta ahí, con Racing sin poder vulnerar a River, había igualdad en la tabla y un partido de desempate. Pero un gol de cabeza de Pol Fernández, tras peinar un centro de Romero, le dio a Boca el primer paso al título.
Boca se fue al vestuario 1-1, con Rossi salvando las papas, sabiendo que Racing no podía con River en un 0-0 parejo.
El segundo tiempo tenía guardado lo mejor. Los nervios de los candidatos se incrementaron, pero Boca destrabó todo con un tiro libre de Sebastián Villa para ponerse 2-1 y no depender de River.
En el Cilindro, Rojas ejecutó con maestría un penal y adelantó a Racing, pero no alcanzaba. Cada uno cumplía con ganar.
Todo parecía controlado, no era así. A los 35 minutos, luego de una doble tapada de Rossi, el Rojo insistió y con un cabezazo de Vallejo puso el 2-2. La Bombonera sintió el golpe, hubo desconcierto dentro de la cancha y en las tribunas, pero al mismo instante, mientras algunos hinchas de Racing festejaban, el colombiano Borja anotó tras una buena jugada colectiva y todo estaba como al principio, aunque con apenas 10 minutos finales por delante.
Y el cierre fue de película. Un centro desde lejos de Racing, un agarrón tonto casi imperceptible de Herrera a Sigali le dio a la Academia la gran chance a los 42 minutos. El morbo empezó a recorrer la Bombonera imaginando que River se podía dejar ganar, pero sucedió lo impensado. Ejecutó Galván –mal pateado- y Armani atajó. Como si fuera Rossi, el arquero de River se vistió de héroe del xeneize. Y a los pocos minutos, Borja sentenció el torneo en una contra que terminó en gol.
Ganó River, festejó Boca. La Liga profesional tuvo a un deslucido pero justo campeón. Y el final fue electrizante, impactante, lleno de honestidad futbolística.
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