Por: Guillermo Ferretti
Se dio el peor resultado para ambos, aunque las sensaciones son diferentes. Estudiantes se fue con el sabor amargo al sentir que se le puede escapar un campeonato que lo tenía como principal favorito. Y Central asegurando el futuro de Racing en primera división, mientras espera rival para revalidar su lugar en el fútbol grande de Argentina, pero no lo tomó como un trauma y se apoyó en la imagen que dejó en cancha de Quilmes. Es cierto que le faltó agresividad para ir por el milagro, pero atendiendo el torneo que jugó, puede asegurarse que sacó un buen resultado.
Estudiantes dio la sensación que arrancó mal por la lesión de Rodrigo Braña, pues con su ausencia perdió el motor que le da tiempo a Verón para pensar.
Sin él, la Bruja cayó en la locura de tirar y pegar un codazo en una jugada aislada estando a un metro de Beligoy: roja y a empezar otro partido. Quedaba una hora por jugar, pero sin su estratega el Pincha estaba más pendiente de la radio que del juego.
Las buenas noticias indicaban que Independiente ganaba 3 a 1, y en cada contra podía seguir aumentando. Eso le permitió a Sosa no caer en locuras, jugando a ritmo lento buscó y no encontró el espacio justo para vulnerar a un Central bien paradito.
Paglialunga en el medio, Galíndez en el arco y el resto ordenado le dieron al conjunto de Madelón una estabilidad que hasta acá no había mostrado. Salvo en la última jugada del partido en la que un doble error de Bogino y Valentini que no pudo ser capitalizado por Desábato, quien pateó por arriba desde el punto del penal.
En el debe, a Estudiantes, Argentinos no le dio tiempo a jugarse la vida. Selló el milagro en tiempo adicionado, cuando el Pincha esperaba tranquilo pensando en definir el título en Santa Fe. En el debe, a Central le faltó coraje para ir por el triunfo y preocupar a Racing. Figueroa mantiene su calidad intacta, pero está lento y previsible. Recuperarlo será crucial para jugar la Promoción. Un destino que parecía marcado a fuego y que no pudo revertir. Pero al menos dejó una imagen más sólida como equipo, algo que le puede llegar a servir.
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