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Fin a polémica por el destino de las monedas arrojadas en la Fontana di Trevi

La alcaldesa romana, Virginia Raggi mantendrá el aporte a la Iglesia de casi 1.5 millón de euros anuales que los turistas arrojan al emblemático monumento. La empresa de mantenimiento, encargada de limpiar y recoger las monedas de la fuente iba a ser la destinataria de dicho fondo


La polémica desatada en Roma por el destino de las monedas que arrojan los turistas a la Fontana di Trevi de espaldas, con apenas un poco de fuerza, antes de cerrar los ojos y pensar fuerte en algo que quieren mucho o en un sueño que fantasean con cumplir, llegó a su fin.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, prometió este que seguirá destinando las monedas que se recaudan en la Fontana di Trevi y las del resto de sus fuentes a Cáritas, después de que el ente diocesano viera peligrar estos fondos con los que ayuda a los pobres.

Raggi, del antisistema Movimiento Cinco Estrellas, celebró ayer una reunión para estudiar si cambiaba la ordenanza por la que las monedas que los turistas arrojan a la popular Fontana di Trevi pasarían de destinarse a Cáritas, como ocurre ahora, a proyectos de conservación de los monumentos de la capital. Tras el encuentro todo volvió a foja cero.

La ordenanza, que data de 2017, estipulaba que los cerca de 1,5 millones de euros que se recogen anualmente en la fuente fueran gestionados directamente por el Ayuntamiento, lo que ya había provocado críticas y un primer aplazamiento de su puesta en marcha hasta 2019.

Según esta ordenanza, el uso de las monedas, que como tradición lanzan los turistas con el deseo de volver a visitar la Ciudad Eterna, iba a ser gestionado por la empresa municipalizada Acea, que se ocupa de servicio de aguas de la capital y del mantenimiento de las fuentes monumentales de Roma y que era ya la encargada de recoger y limpiar la Fontana di Trevi.

Así se retiran las monedas

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