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Fiesta fantástica

La Lepra aniquiló 6-0 al Lobo con una actuación soberbia del Gato Formica y la gente deliró. Hasta siempre

Por: José Odisio

¡Qué fantástica esta fiesta! Newell’s tuvo una despedida en el Coloso a puro fútbol y goles y aniquiló a un triste Gimnasia por 6-0, provocando el delirio de sus hinchas que hasta tuvieron que dejar atrás el pasado y despidieron con una ovación al muchas veces cuestionado Roberto Sensini.

Con un Mauro Formica en estado puro a la Lepra todo le resultó más sencillo. El Gato desplegó su repertorio, quizás imaginando que el de ayer podía ser su último partido con la rojinegra, y Gimnasia nada pudo hacer para impedir la catástrofe.

La endeble y dubitativa defensa visitante hizo el ridículo frente a tamaña exhibición de contundencia ofensiva leprosa. Y la victoria no fue más abultada, porque en la media hora final la Lepra le tuvo piedad a su rival y le perdonó un papelón aún peor.

El partido se resolvió rápido. Bastó una pared de Formica con Estigarribia para que el torpe Maldonado cometiera un innecesario penal. Schiavi le cedió el derecho a Boghossian y el uruguayo puso el 1-0.

Y mientras todos se acomodaban luego del festejo, Formica encontró un rechazo cerca del área y definió de zurda ante una débil y payasezca intervención de Sessa.

Ahí se terminó el partido en serio y comenzó el festival. Es cierto que hubo cinco minutos donde la Lepra se relajó y el Lobo intentó descontar. Pero las pocas veces que logró vulnerar el cerrojo defensivo, se encontró con Peratta, que tuvo dos atajadas formidables para recordarle a todos de que también él era parte de la fiesta.

El tercero de Lucas Bernardi fue una joyita. El volante recibió un pase preciso de Formica y cuando se encontró con Sessa, amagó un par de veces para ridiculizar al arquero y definir de emboquillada.

Con la expulsión de Ormeño y las ofertas que presentaba Gimnasia, la segunda parte era una invitación a la goleada. Y la única incógnita era saber cuántos goles iba a hacer la Lepra y en qué momento iban a aparecer los “códigos” futboleros.

La velada se completó con un estupendo cabezazo de Insaurralde, que tal vez lo acercó un poco más a la lista de 30 de Diego, un golazo del Gato, y otro penal, que esta vez fue propiedad de Schiavi, luego de que Achucarro y Boghossian se pelearan como chicos para ejecutarlo. Y después no faltaron las cargadas a su eterno rival y también las reverencias a un equipo que gusta, gana y golea. ¿Qué más se puede pedir?

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