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Fiesta de frutas abrillantadas

La Asociación Chicos vende tarjetas navideñas, panes dulces, budines y otros productos de sus talleres para juntar fondos. Su coordinadora dijo que la gente los compra “no por caridad, sino por la calidad”.

Luciana Sosa

Los preparativos para celebrar la Navidad y despedir el año son motivos para recaudar fondos en la Asociación Civil Chicos, creada en 1992. Esta entidad sin fines de lucro produce distintas propuestas comestibles, de limpieza y vestimenta en sus propios talleres, y con lo recaudado de las ventas –además del aporte de padrinos de la asociación– subsiste durante el año. “Las ventas de Navidad suelen ser una buena oportunidad para que la gente se acerque y colabore con nuestro trabajo. No por caridad en sí, sino porque saben que hacemos las cosas con calidad”, aseveró Marcela Lapenna, coordinadora del centro de día ubicado en Mendoza 1247.

Los budines y panes dulces son producto de la elaboración del taller de panadería que se lleva a cabo en la zona oeste de la ciudad (ver aparte). Asimismo, los otros talleres (artesanía, carpintería y serigrafía) mostrarán y pondrán a la venta productos como jabones, velas, sales de baño, juguetes de madera en general y remeras estampadas. “Todo esto lo hacen los chicos que integran los talleres del centro de día, que son mayores de 16 años. Su cursado tiene un año de duración y el objetivo es formarlos laboralmente, para que tengan una salida a un microemprendimiento”, comentó Lapenna sobre la capacitación que cuenta con el aval de la secretaría del Área de la Niñez de la Municipalidad.

“La idea de esta venta tiene que ver también con el consumo responsable. Es decir, que la gente sepa bien dónde va lo que gasta con su compra. Por ejemplo, si bien tenemos pedidos empresariales, porque muchos deciden regalar nuestros productos a sus empleados, hay muchos particulares que se acercan cada Navidad porque saben que van a quedar bien, por la calidad de nuestros productos”, dijo.

Los talleres comenzaron a desarrollarse en 1995 tras la firma de un convenio con la Municipalidad, gracias al aporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, desde hace unos años el centro de día se mantiene por el fruto de sus trabajos y la recaudación de las ventas.

“Entendemos que para cuidar a los chicos tenemos que responsabilizarnos en todos los sectores y por eso nos interesa que otras áreas se ocupen de su cuidado”, agregó Lapenna. Paralelamente, aclaró que la creación de esta asociación se hizo en base a la población de chicos en situación de calle, para que con los cursos de capacitación laboral y otros talleres ocupen su tiempo y encuentren una salida a futuro.

Sin embargo, no sólo los chicos que vivían en la calle se acercaron a este espacio. “En realidad, en la ciudad hay muchos chicos y jóvenes que atraviesan situaciones de vulneración de sus derechos. Éste es un espacio de acompañamiento y de oportunidades donde puedan desarrollar sus potencialidades y planear juntos estrategias de restitución de derechos. Muchos de estos jóvenes han padecido violencia familiar, situaciones de abuso, y la pobreza misma genera en sí una superposición de estas provocaciones”, detalló. Y agregó: “Necesitamos contar con el apoyo de diferentes sectores que se comprometan con el cuidado de la infancia en su totalidad. Hay que saber que cada uno puede aportar su granito de arena desde donde pueda y esta venta navideña es una oportunidad para colaborar”.

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