La “Fiesta de Disfraces de Paraná”, que se desarrolló anoche y concluyó esta mañana con la participación de cerca de 50 mil personas, colmó la capacidad hotelera de la ciudad y alrededores, según informaron voceros de turismo entrerrianos.
El aluvión de visitantes de otras provincias y países vecinos agotó rápidamente la capacidad de alojamiento paranaense y localidades vecinas, por lo que la municipalidad de Paraná tuvo que solicitar a la población la habilitación de quintas y de casas particulares donde alojar a la gran cantidad de jóvenes que llegaron para participar del festejo.
El tradicional baile se realizó en la esquina de la avenida Circunvalación y Don Bosco, donde se interrumpió el tránsito para montar las carpas bajo las que se desarrolló la fiesta.
Según voceros de la policía local, más de 400 efectivos trabajaron toda la mañana en el operativo de desconcentración y ordenamiento del tránsito en toda la ciudad. Además dijeron que el festejo se desarrolló normalmente, exceptuando algunos incidentes menores propios del generoso consumo de alcohol que caracterizó a la velada.
A modo de complemento del baile, los organizadores montaron un disfrazódromo por donde ingresaban los participantes con sus ingeniosos disfraces, y en ese sector se colocaron tribunas para que la población de Paraná los pudiera observar en forma gratuita. Sólo se les pidió que llevaran un alimento no perecedero, que administrará el Club de Leones local.
Esta fiesta tuvo su origen en 1999, cuando un grupo de jóvenes paranaenses ideó festejar sus cumpleaños con un baile de disfraces entre amigos y familiares, y creció hasta congregar a miles de personas de toda Argentina y del exterior, entre otros Colombia, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia.
Fuentes de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Paraná consideraron hoy “altamente positiva” la actividad que tuvo el sector durante este fin de semana largo en la capital entrerriana.
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