Rosario Central cumplió este lunes con una nueva práctica de cara al debut en el grupo H de la Copa Libertadores de América. El elenco auriazul desafió a la lluvia y al piso mojado y entrenó con movimientos livianos en Arroyo Seco con la doble mirada puesta en el compromiso ante Gremio del miércoles y el duelo por la Superliga que se viene.
Es que ya eliminado de la Copa Argentina, la idea de la dirigencia y el cuerpo técnico parece seguir siendo sumar puntos para engrosar un promedio que preocupa a futuro. En la cabeza de los hinchas quizás también aparezca como más relevante el enfrentamiento del sábado a las 17.10 ante Godoy Cruz en Mendoza para cortar la racha sin triunfos en 2019. Pero no es el único objetivo y el desafío copero es tentador.
Entonces no se arriesgaría a nadie en el compromiso frente a Gremio del miércoles a las 21.30, aunque está claro que no será un elenco alternativo sino un mix con muchos titulares.
“Por las lluvias no quisimos arriesgar el físico de los jugadores. Mañana vamos a tener un panorama más claro del equipo”, explicó el entrenador Paulo Ferrari tras la práctica y se mostró interesado en darle relevancia al partido frente a Gremio, aunque sin desviar la mirada de la Superliga: “Tengo en mente el esquema del equipo. Mañana vamos a probar y ver cómo funciona. Tenemos que pensar en todas las competencias, la Superliga para nosotros es muy importante, pero ahora hay que enfocarse en el partido del miércoles porque tenemos un rival que es de lo más relevante del continente y quiero poner a los que estén mejor”.
“No está mal que haya una alarma sobre el equipo, pero no excesiva. Esta es la realidad, hace un año no se vienen sacando muchos puntos, pero nosotros empezamos recién con Belgrano”, dijo Ferrari y se separó de lo realizado por sus antecesores: “Obviamente uno de nuestros objetivos es sumar en estos últimos cuatro partidos para arrancar el otro torneo con tranquilidad. Pero también hay que saber que queda un año entero y dos mercados de pases en el medio”.
El ex lateral apuntó contra los que quieren generar un clima adverso: “La gente respondió muy bien como siempre y apoyó todo el partido. No hay nada que reprochar. Se está generando otro clima más por afuera, que lo que pasa dentro de la cancha”.
“Es un desafio hermoso para mí. Es un momento muy difícil en el cual yo lo sabía, pero para mí los mejores desafíos son los más difíciles. Siempre lo pensé de esa manera como jugador también, es lo que siempre me motivó. Estoy entusiasmado con revertir esto”, agregó el Loncho.
Con respecto al partido del miércoles, Paulo Ferrari tiene tres bajas obligadas y dos son por lesión: Matías Caruzzo y Alfonso Parot. La otra es por la suspensión de Germán Herrera (debe dos fechas), expulsado ante San Pablo por Copa Sudamericana.
Entonces, esperando a las determinaciones tácticas y físicas, este podría ser un borrador de lo que analiza Ferrari: Ledesma; Bettini, Barbieri, Cabezas, Molina; Allione o Camacho, Rinaudo, Gil y Aguirre, Lovera u Ortigoza, y Riaño.
En la lista de la Copa sobresalen las ausencias de los jóvenes marcadores centrales Facundo Almada y Nicolás Giménez y del volante Andrés Lioi.
La lista de buena fe de Central para la Libertadores fue confeccionada antes de jugar frente a Belgrano. Debía entregarse a Conmebol 72 horas antes del arranque de la fase de grupos (martes a las 19.15). Por eso no fue considerado Facundo Almada, que no había debutado aún.
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