Policiales

Juicio a Los Monos

Fernández se despegó del crimen del Tarta Demarre

El acusado de conducir el auto que llevó al homicida de Demarre cuando llegaba a su casa desde Tribunales dijo que el auto era de su cuñado y aseguró que estuvo con su mujer al momento del crimen. Conocé en detalle la declaración.


La imagen del Bora fuera del Heca. Por este hecho está implicado Fernández.

Este lunes terminó la producción de pruebas en el juicio que se sigue contra cinco personas, entre ellas Máximo Ariel Cantero, por el crimen de Diego Tarta Demarre, dueño del boliche Infinity Nithg, a metros del cual se produjo el crimen de Claudio Pájaro Cantero el 26 de mayo de 2013. Uno de los que tomó la palabra fue Andrés Fernández, acusado de conducir el auto que llevó al homicida de Demarre cuando llegaba a su casa desde Tribunales. La Fiscalía le achaca a este hombre una participación necesaria en el homicidio ocurrido un día después del asesinato de Cantero. Fernández se despegó, aseguró que el auto (Bora blanco) con el que llegó al Heca era de su cuñado, “después que todo esto se aclare, quiero saber ¿quién me va a devolver lo que perdí?”, se preguntó.

Fernández contó lo que hizo desde la noche del sábado 25 de mayo de 2013. No andaban muy bien las cosas con su mujer y la invitó a salir para distenderse un poco, pero ella prefirió quedarse, pues al otro día debía cuidar a su hermana que estaba internada. Entonces, Fernández salió con su cuñado. Fueron a un boliche cerca de su casa pero unos muchachos le dijeron que vayan a Yamper y así lo hicieron. Se fueron en el auto de su cuñado, un Bora blanco. Allí se encontraron con el Pájaro, quien los invitó a Infinity Night. Estuvieron toda la noche en Yamper y al salir, se hizo cargo del volante. Su cuñado había tomado y le dio las llaves, según explicó Fernández.

Cuando llegaron a Infinity Night ya era la madrugada del 26 y había un revuelo, contó. Estacionó el auto y se bajó, decían que le habían pegado un tiro a Pájaro y ya se lo habían llevado, aseguró.  Se volvieron a subir al auto y su cuñado le dijo que fueran al hospital Roque Sáenz Peña que era el más cercano.

También allí había mucha gente. Su cuñado se bajó y le dijo que fuera al Heca a ver qué pasaba por allá, en todo caso lo alcanzaba después, se hacía llevar por alguien, dijo. Al llegar al Heca lo tomó la cámara de seguridad, aclaró. La imagen que trascendió públicamente junto al Bora es una captura de esa filmación.

Se bajó, habló con uno y con otro hasta que avisaron que Cantero había muerto, contó. Su cuñado no llegaba y ya no había mucho que hacer allí y decidió irse a su casa. Cuando llegó, despertó a su mujer y le contó lo que había pasado. Se fue a dormir y cuando se levantó el domingo su suegra le avisó que su cuñado había ido a buscar las llaves del auto.

Estuvo todo el domingo en su casa y el lunes se levantó a media mañana con su mujer, la acompaño a hacerse un estudio y luego al hospital donde estaba internada su hermana; cerca de las 13 se fue a trabajar, explicó. Despegándose así del crimen de Demarre que se produjo cerca de las 12.15 del lunes.

“Después que todo esto se aclare, quiero saber ¿quién me va a devolver lo que perdí?”, dijo. Contó que no tiene antecedentes y mientras estuvo detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 6 le pegaron y en dos oportunidades intentaron apuñalarlo. Se le quebró la voz cuando habló de sus hijos, a quienes les mintió por unos 6 meses para que no supieran que estaba preso. Les decía que estaba de viaje hasta que su hija intento tirarse por la barranca del río, aseguró.