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Feriantes y comerciantes locales salen al cruce de La Salada

En los últimos días circuló la información de que este emprendimiento tiene intenciones de desembarcar en la ciudad. Desde la Mesa de Feriantes y la Asociación Casco Histórico advierten qué pondría en jaque el empleo local. El concejal Eduardo Toniolli también se manifestó en contra

Ante las declaraciones de Jorge Castillo, “el Rey de La Salada ”, sobre sus intenciones de instalar en Rosario un paseo de compras como el de Lomas de Zamora, sectores locales salieron rápidamente a manifestarse en contra. Entre ellos, la Mesa de Feriantes, la Asociación Casco Histórico y el concejal del PJ Eduardo Toniolli que ya se ha involucrado en estos temas en otras oportunidades.

Lo que trascendió es que Castillo está buscando un predio sobre la autopista Rosario-Córdoba pero aún no hay mayores precisiones. Sería una réplica del tradicional centro comercial a cielo abierto en la provincia de Buenos Aires y si bien su dueño declaró a la prensa que hará todo el procedimiento en el marco de las legislaciones vigentes y que llevará empleo a la zona, algunose sectores salieron al cruce.

Mari Cáceres es referente de la Mesa de Feriantes de Rosario, trabaja en la Feria del Tanque en la zona sudoeste de la ciudad, Maradona y Rouillon. Cáceres explicó a El Ciudadano que están muy preocupados y enojados con las declaraciones de Castillo. «Este señor que quiere venir de La Salada a poner su lugar de trabajo acá cuando nosotros hace muchísimos años que lo tenemos y siempre hemos luchado por nuestro laburo. Este empresario viene a hacer peligrar nuestra fuente de trabajo, es una competencia desleal hacia el sector más vulnerable que somos nosotros».

La referente destacó que hay ocho ferias populares en la ciudad y que en cada una hay cerca de mil feriantes, incluso en algunos casos son más. «Nosotros inventamos nuestro trabajo ante la necesidad en 2001, somos el sector más vulnerable. Siempre quisimos trabajar dentro de la legalidad y por eso luchamos por nuestra ordenanza», planteó.

Las Ferias Populares Rosarinas, como se llaman, son las que quedan en Zona Cero, Ludueña, Génova y Chaco, Casiano Casas, Homero Manzi en zona sur, Eucalipto, El Tanque y la quinta Luciani en zona oeste.

Por su parte, el edil peronista emitió un comunicado en el que señaló que un proyecto de este tipo «jamás aprobaría el estudio de impacto ambiental exigido por la Ley Provincial de Grandes Superficies Comerciales». Sin embargo recordó: «Peeero, ya hemos sido testigos de cómo en 2018 el megaoutlet «Paso del Bosque» fue habilitado por la Municipalidad de Rosario sin ese estudio».

Además Toniolli expresó: «Además de ir a la Justicia junto a representantes de pymes, en aquel momento advertimos que la violación de esa ley abriría la puerta para que otros grandes emprendimientos se instalaran sin previo análisis del efecto sobre el comercio minorista de la región. Según estudios de CAME (previos a la pandemia), por cada puesto creado por una gran superficie se pierden cuatro empleos pymes. La concentración comercial destruye el trabajo y el bolsillo de los argentinos».

En este marco, declaró a El Ciudadano que acompañará a ferias, centros comerciales y pymes de la ciudad «para ponerle un freno a la concentración». También planteó que La Salada son espacios comerciales bien distintos: «Nosotros consideramos que La Salada nosotros es una gran superficie comercial como un shopping, como el megaoutlet Paso del Bosque en zona noroeste y debe ser tratada como tal. Las ferias son una expresión de otra cosa, surgen de abajo para arriba. La Salada es un predio único con un solo dueño que baja mercadería de forma centralizada a cada uno de los puestos».

Siguió: «Lo que quiere poner acá La Salada es un predio con un dueño único o el que lo alquila donde después centralizadamente se organizan una serie de stands y después ese mismo dueño descarga la mercadería en cada uno, pero es un emprendimiento con un titular único y centralizado mas allá de que después bajo distintos formatos tenga laburando bajo su órbita a gente en esos stands. Una feria es otra cosa, las ferias populares e informales de los barrios, que en Rosario nacieron a partir de los trueques, son más que nada la expresión de estrategias de supervivencia individuales que después se vuelcan al espacio público y se encuentran con otros».

Para el concejal, un proyecto así debe regirse por la ley de grandes superficies comerciales que exige un estudio de impacto ambiental. En este sentido sostuvo: «Este estudio no se le exigió en su momento, en clara y abierta violación a esta ley, al mega outlet Paso del Bosque. Entendemos que debe aplicarse la ley porque se pone en riesgo a las pymes, a la actividad comercial minorista de toda la ciudad de Rosario y la región y también pone en riesgo el funcionamiento o el trabajo de los feriantes de las ferias populares que es básicamente de supervivencia».

Por último, Fabio Costa, referente de la Asociación Casco Histórico puntualizó en la preocupación que genera la posibilidad de que el empleo que se genere en verdad venga de otras provincias.»En Rosario hay cerca de 20 mil comercios pequeños. De alguna manera tenemos que mantener las fuentes de trabajo y ellos hablan de traer gente de Buenos Aires, de la provincia de Córdoba y otros lados. Nosotros defendemos el compre local».

Coincidió con el concejal sobre la necesidad de que rija la ley de grandes superficies comerciales: «Desde el Casco Histórico creemos que toda inversión será bienvenida al sector. Realmente hacen falta inversiones, las estamos buscando por ejemplo en el caso de Falabella o de Borsalino. Pero la señal de alerta es porque cuando viene una gran superficie comercial que se anuncia de esta manera, que viene cuestionada, nos preocupa porque esta ley funciona para algunos y para otros no».

Así, Costa planteó que se trata de una normativa «con manejo político»: «Ya nos pasó con el mega outlet. Inclusive con dictámenes a favor nuestro de la Cámara de Diputados no hemos logrado que la Provincia le haga hacer el certificado de factibilidad y fue habilitado definitivamente sin estar incluido como una gran superficie comercial. Eso sienta un precedente peligroso para la región porque acá en Santa Fe ya se vulneró la ley y cualquiera se puede agarrar de eso».

Costa insistió en que la preocupación no es por la inversión en sí misma sino «por la naturaleza de la misma porque si tiene  apoyo político una mega feria de este tipo debería ser de impacto social y económico con toda la región donde tenemos un entramado productivo muy rico».

 

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