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Violencia de género

Femicidio en el hotel: quedó preso acusado de matar a su pareja en el jacuzzi

El acusado es un empleado textil de 45 años de la ciudad de Buenos Aires, a quien el fiscal Adrián Spelta acusó de homicidio doloso doblemente calificado por el vínculo y por femicidio. Quedó en prisión preventiva. Testimonios señalan que la relación estaba atravesada por la violencia de género


Un hombre oriundo de la Ciudad de Buenos Aires fue imputado este jueves por el femicidio de quien fuera su pareja, una mujer, cuyo cuerpo fue encontrado en la habitación de un hotel céntrico de Rosario, el pasado 18 de abril.

El acusado es un empleado textil de 45 años, Ezequiel Maximiliano M., a quien el fiscal Adrián Spelta acusó como autor de homicidio doloso doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio). Aunque la defensa rechazó las imputaciones, el juez Pablo Pinto dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley.

Nara Giselle Acosta tenía 33 años y según dio a conocer la Fiscalía vivía con el sospechoso en el Maschwitz Country Club del partido bonaerense de Escobar. Spelta dijo en una conferencia de prensa brindada este viernes que “mantenían una relación violenta”.

El miércoles 13 de abril la pareja viajó a Rosario por el feriado de semana santa y se hospedó en el Hotel Plaza Real, de Santa Fe al 1600. La habitación era la 801, dijo el fiscal.

La investigación señala que, a partir de filmaciones, la última vez que el empresario textil y Nara ingresaron al hospedaje fue el sábado 16 de abril a las 17.46.

El Vento escapando del Hotel. Foto: MPA.

 

El hombre recién se retiró un día después, a las 11.49. Según el fiscal, esa mañana el sospechoso recibió a una empleada que llevaba el desayuno a las 9. La mujer lo notó nervioso y no vio a la mujer. La hipótesis es que ya había agredido a Nara en el interior del jacuzzi de la habitación. La dejó sumergida hasta que fue encontrada sin vida por personal de limpieza, recién al día siguiente, el lunes 18 de abril a las 11.30.

“Posteriormente a las agresiones y luego de dejar sumergida a Nara Acosta en el interior de jacuzzi en funcionamiento Ezequiel M. juntó sus pertenencias, armó sus valijas y se retiró en el automóvil Volkswagen Vento que se encontraba en la cochera del hotel, para dirigirse a la vivienda que compartían con la víctima y luego abandonarla ocultándose en la ciudad de Buenos Aires”, agregó la acusación.

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El sospechoso volvió al country al menos en una oportunidad y desactivó el celular, explicó el fiscal. Fue detenido alrededor de las 15 del miércoles 4 de mayo en una vivienda, ubicada en la calle Fray Justo Santa María de Oro al 2400, del barrio de Palermo. Al momento de la detención, tenía en su poder el pasaporte, documentación, título de propiedades y llaves de cajas fuertes de bancos de la capital federal, lo que hace presumir al fiscal que planeaba irse del país.

El fiscal explicó que, por el avanzado estado de descomposición del cuerpo de Acosta, aún no se pudo establecer concretamente cuál fue la causa de la muerte. Sin embargo, la actitud del sospechoso posterior a la muerte, sumado a testimonios que relataron reiteradas golpizas del hombre a Acosta, lo condujeron a formular la acusación con el agravante de femicidio.

La Fiscalía está a la espera del resultado de los estudios anatomopatológicos y el de diatomea (un alga que, de encontrarse en el cuerpo, indica que la persona falleció ahogada) para determinar si la muerte se produjo antes o posterior a entrar en el jacuzzi. Se pudo confirmar que la pareja dentro de la habitación había consumido cocaína (inhalada y con fumada con pipa) y éxtasis.

El testimonio de una familiar de la víctima incorporado al legajo de Spelta señaló que el hombre golpeaba frecuentemente a Nara, al punto tal que llegaron a tener “una clave” cuando sufría una paliza, que era un mensaje de texto de Whatsapp en el que le daba una dirección.

“Y el sábado 16 de abril, Nara envió ese alerta a su prima”, explicó Spelta para detallar que la testigo sumó que vivía cerca del country donde la pareja compartía la vivienda desde hacía unos dos años y que tuvo que ir a buscarla tres veces, luego de que Nara le enviara ese código.

El abogado defensor pidió medidas alternativas a la prisión preventiva, y para ello ofreció una caución de 1 millón de pesos. O en su defecto, la internación en un establecimiento privado para que pueda recibir tratamiento por sus problemas de adicciones. Sin embargo, el juez Pinto le impuso a Ezequiel M. la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir dos años mientras avanza la pesquisa.

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