Policiales

Disparo por la espalda

Femicidio en el Delta del Tigre: perpetua a casero que mató a la hijastra

Es por el caso de una joven que en 2017 estuvo 14 días desaparecida hasta que fue hallada asesinada de un escopetazo por la espalda en aguas del Delta de Tigre, y desde ese entonces se desconoce el paradero de su hijo, de 2 años


Un casero fue condenado este jueves a prisión perpetua por un tribunal de San Isidro por el crimen de su hijastra, una joven que en 2017 estuvo 14 días desaparecida hasta que apareció asesinada de un escopetazo por la espalda en aguas del Delta de Tigre, y desde ese entonces se desconoce el paradero de su hijo, de 2 años.

Fuentes judiciales informaron que la condena fue dictada esta mañana por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro y recayó en José Luis Núñez (55), quien fue hallado culpable del delito de “homicidio calificado por alevosía y por uso de arma de fuego” de Georgina Díaz (25), quien al momento de desaparecer estaba junto a su pequeño hijo.

Los voceros dijeron a Télam que el tribunal hizo lugar al pedido del fiscal Marcelo Fuenzalida que había solicitado la pena máxima para el hombre.

Lo mismo había requerido el abogado querellante Fernando Luna, quien representa a la madre de la víctima, Mirta Saldívar, quien, al igual que la fiscalía, sostuvo que el crimen fue con alevosía, ya que el casero se aprovechó del estado de indefensión de la víctima al dispararle por la espalda.

Por su parte, la defensa oficial del casero había reclamado la absolución por falta de pruebas, dijeron los informantes.

El imputado, que pidió no estar presente al momento del dictado del veredicto y permaneció alojado en el penal de General Alvear, no declaró durante la instrucción de la causa ni en el juicio oral y tampoco pronunció sus últimas palabras ante los jueces.

Tras el dictado de la sentencia, permanece aún abierta la causa por la desaparición del hijo de Díaz, que continúa en trámite, aclararon los informantes.

El cadáver de Georgina fue encontrado el 2 de julio de 2017 en la zona de los arroyos La Orca y Andresito, en la tercera sección de las Islas del Delta, en Tigre, donde los investigadores realizaron luego una serie de rastrillajes en busca del niño, aunque sin resultados.

La autopsia realizada por los médicos forenses de Policía Científica determinó que la mujer murió entre siete y catorce días antes del hallazgo del cuerpo, a raíz de una perdigonada disparada con una escopeta, a muy corta distancia, que le ingresó por la espalda y le perforó un pulmón y el corazón.

De acuerdo con los expertos, el disparo fue realizado de atrás hacia adelante, de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha.

Georgina había sido vista con vida por última vez poco antes de las 10 del 19 de junio de 2017, cuando salió junto a su hijo Thiago Cristian Ezequiel Díaz (2) de su casa situada en Reconquista y Pampa de Rincón de Millberg, Tigre.

Dos días después, al no tener noticias de ella, su madre denunció la desaparición ante la Policía, que le dio intervención al fiscal Fuenzalida, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Tigre.

Según la denunciante, antes de salir de la casa, la víctima le dijo a uno de sus hermanos que se iba a cobrar una asignación familiar al Banco Nación de Tigre.

Los investigadores pudieron reconstruir, con testimonios e imágenes de video, que Georgina y su hijo viajaron en colectivo hasta la estación de trenes de Tigre, donde abordaron una formación y luego quedaron grabados comprando un boleto de la lancha que los llevó hasta la tercera sección de las Islas del Delta, donde Núñez trabajaba como casero.

Cuando declaró como testigo, el padrastro dijo que cerca de las 12.30 del 19 de junio, Georgina y su hijo se presentaron imprevistamente en el lugar a bordo de una lancha colectivo y como él no se encontraba se retiraron a los pocos minutos.

Los peritos determinaron que la última vez que se activó el celular de Georgina fue alrededor de las 13.15, en la zona del arroyo Andresito.

Una de las evidencias que comprometieron al padrastro fueron rasguños que presentó en su cara y brazos sufridos 15 días antes y que pudieron haber sido provocados por la víctima en una maniobra de defensa.

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