El asturiano atraviesa un gran momento de su carrera. Pese a habérsele escapado el título del mundo en la última carrera a manos de Sebastian Vettel, Alonso vivió su primer año en Ferrari como la llegada al lugar en donde siempre quiso estar.
Para Nano, la felicidad es vestirse de rojo, y subirse al mando del mítico auto rojo. “Desde que soy piloto Ferrari, cada mañana, cuando me levanto, lo hago con una sonrisa. Me miro en el espejo y sonrío, soy parte de este equipo”, declaró el campeón mundial 2005-06.
Para Alonso, pertenecer a Ferrari es “una religión, un modo de vida, un honor”. Una filosofía que encaja con su forma de entender el deporte.
Fiel a su forma de entender el deporte y la vida, les resta importancia a las críticas que pueda recibir de diferentes frentes. “Cuando haces algo bien y encima tienes éxito, por cualquier razón, a la gente no le gusta. Sin embargo, cuando terminas 18 en cada carrera entonces eres… ¡un gran joven! Por eso yo espero seguir siendo malo en el futuro”, bromeó el piloto español en declaraciones a la prestigiosa publicación Autosport.
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