Las secuelas que dejó la suspensión del clásico entre Newell’s y Rosario Central todavía está latente por toda la ciudad. El papelón a nivel nacional e internacional es un trago difícil de digerir para todos los ciudadanos rosarinos, y en especial por la Intendenta Mónica Fein, quien ayer agregó un poco de leña al fuego al asegurar que “voy a comprometer a los dos clubes para poder jugarlo”.
La mandataria realizó declaraciones en varios medios y en cada oportunidad dejó bien en claro su firme deseo de que el encuentre entre canallas y leprosos se pueda terminar llevando a cabo.
“Rosario merece jugar el clásico. Es la fiesta deportiva”, puntualizó Fein.
De todas maneras, la intendenta también reconoció los severos problemas de seguridad que padece la ciudad, que tuvieron su pico el pasado domingo con los graves incidentes que se produjeron tanto en el Parque Independencia como más tarde en el Gigante de Arroyito.
“En la ciudad han pasado diferentes hechos de violencia, como la imposibilidad de realizar un partido amistoso, que obliga a una reflexión y a un ámbito institucional de trabajo colectivo”, evaluó la titular del Palacio de Los Leones.
Para Fein, la Municipalidad no tenía “autoridad” para suspender el clásico y se desligó de cualquier tipo de responsabilidad en la ejecución del mismo.
“Que no se haya podido realizar el clásico nos lleva a pensar que tenemos mucho para trabajar para lograr el objetivo de realizarlo. Será tarea de la Justicia buscar a los responsables. Me corresponde como intendenta trabajar para que los que los acontecimientos deportivos se puedan realizar con normalidad”, finalizó diciendo Fein.
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