Ciudad

Entrevista

Fein: “Hubo una desatención del gobierno nacional hacia Rosario”

La intendenta repasó los ocho años de gestión. Dijo que la ciudad “nunca paró” pero cuestionó los recortes del presidente Mauricio Macri. Aseguró que después del 10 de diciembre seguirá militando y ayudará a su sucesor, Pablo Javkin, en lo que necesite.


Producción fotográfica: Franco Trovato Fuoco.

La intendencia de Mónica Fein estuvo atravesada por constantes recortes de presupuesto en una situación sumamente dura. Los ajustes en el transporte y la eliminación del Fondo Sojero llegaron en medio de una situación social compleja donde los programas de Nación para calmar un poco el desempleo y la falta de comida nunca aparecieron. La demanda de salud creció y también la de ayuda social en un momento en el que la clase media se fue desarmando y las necesidades fueron cada vez mayores. La pudieron pilotear y para la nueva gestión quedan muchas obras por terminar.

—¿Cuál es el balance que hace después de 8 años de gobierno?

—Es positivo porque la ciudad no paró y porque no hubo ningún barrio de Rosario que no tuviera una transformación. Me siento más que contenta de haber podido hacer cloacas en 39 barrios, que 35 estén en el Plan Abre, hacer 5 avenidas y 17 obras hidráulicas. Mejoramos los espacios públicos y la salud, con el parto respetado por ejemplo. Hicimos mucho en cultura: modificamos al anfiteatro y terminamos la Biblioteca Argentina. Estoy satisfecha por estos años de gestión y tengo una lista de cosas que hay que hacer que se la voy a dejar a Pablo Javkin.

—¿Qué cosas considera que quedaron en el camino?

—El proyecto del bajo Saladillo, Mangrullo. Es una obra de transformación para toda esa zona. Espero que Pablo pueda realizarla. Dejamos un montón de obras en construcción. Esta es una ciudad que no para, donde se puede mirar para atrás y decir “hicimos mucho” y mirar hacia adelante y decir todo lo que falta.

—¿De qué forma afectaron los recortes que desde Nación hicieron al municipio?

—Los gobiernos locales venimos haciéndonos cargo cada vez de más cosas por la cercanía. Porque el vecino me ve y naturalmente me reclama, lo que implica que una se haga cargo de más cosas. Pero el gobierno de (Mauricio) Macri fue debilitando los recursos de las provincias y de los municipios. A nosotros, en medio de un presupuesto, nos sacó el Fondo Federal Solidario. El tema del transporte fue el más grave, creo que para todo el país. El 30 de diciembre se vencen los subsidios que nos quedaron. Perdimos recursos en el transporte. Hubo falta de inversión de obras y en Rosario particularmente el gobierno nacional estuvo ausente. El ícono es el Monumento Nacional a la Bandera, una obra que se podría haber hecho en un año y hoy ya van tres y todavía no terminaron. Una obra que en términos económicos es una avenida. Además, no hubo inversiones en problemáticas que tiene la ciudad. Hubo una desatención del gobierno nacional a Rosario. Sí pudimos combinar con el gobierno provincial por ese 15 por ciento que reclamó la provincia.

—El Programa Nueva Oportunidad aparece como uno de los más importantes en la articulación municipio provincia.

—El Nueva Oportunidad nació en Rosario. Fue una experiencia casi artesanal y se convirtió en un proyecto innovador. Cuando lo nombramos siempre pensé que es una nueva oportunidad para la sociedad y el Estado, no sólo para los jóvenes.

—¿Cómo vivió la explosión feminista, sobre todo viniendo de un partido como el socialismo donde los derechos de las mujeres fueron una bandera histórica?

—Viví y vivo todo lo que está pasando con emoción. Creo que todas las mujeres nos abrimos camino en una sociedad muy patriarcal y fuimos atravesando muchísimas dificultades para tener oportunidades. Hoy ya no es un proceso individual, sino que es un proceso colectivo. Muchas veces me pidieron explicaciones de cómo una mujer podía gobernar. Con errores y aciertos se puede. Me emociona cuando vienen las escuelas y las niñas y dicen “yo quiero ser Intendenta”. Obvio que sigo aprendiendo también. Porque nosotras nos criamos en una sociedad patriarcal y naturalizamos un montón de cosas que hoy ya no se naturalizan.

—¿Cómo ve el futuro?

—Los que estamos en política somos optimistas, porque si no lo pensáramos así no participaríamos en la construcción de una sociedad más justa. Creo que el futuro es de mucha lucha. Porque lamentablemente la desigualdad no sólo que no ha sido derrotada, sino que en muchos casos se ha incrementado y esa desigualdad social es el motivo que nos debe llevar a todos a luchar. Soy optimista porque hemos aprendido a luchar y a hacer gobiernos transformadores.

—¿Cómo ve la situación en Latinoamérica?

—Tengo sensaciones diversas porque las luchas también lo son. Quizás hay un tema en común que es la desigualdad y quiénes actúan para que esa desigualdad se perpetúe o se modifique. Pero la idea de que la sociedad está dispuesta a dar la batalla a mí me entusiasma. Sin dudas me preocupa lo que está pasando en Bolivia. A todos los que creemos en la democracia nos tiene que preocupar. Bolivia es un pueblo que ha conquistado derechos con un líder como Evo Morales, pero más allá de que lo hizo con un líder como él, son derechos que los ha logrado el pueblo.

—¿Qué va a hacer el 11 de diciembre?

—Voy a descansar un tiempo porque me lo merezco. En estos ocho años nunca me tomé vacaciones más allá de algún viajecito a Córdoba. Creo que cuando la ciudad te elige es para que estés en todos los momentos. Y cuando uno elige esto, porque lo elegí, debe saber que es casi todo el día. Entonces creo que merezco dedicarme un poco a mi familia, a mis afectos y a acomodar mi cabeza. Y después estaré como el pueblo, luchando en la trinchera que me toque. No creo en la necesidad de cargos para luchar. Así que en febrero estaré recorriendo los barrios, hablando con la gente y ayudando a Pablo (Javkin) en lo que necesite porque creo que hay que ayudar en los momentos difíciles, y los vamos a tener. Estoy convencida de que tiene las herramientas necesarias para enfrentarlos pero voy a estar ahí para ayudarlo. Voy a participar de la política desde el llano, organizando distintas luchas, quizás con las mujeres.

Momentos difíciles

Cuando Mónica Fein asumió por primera vez la intendencia la sacudió el triple crimen de Villa Moreno en el que fueron acribillados Jere, Mono y Patón. Fueron momentos duros que anticiparon un cambio en la ciudad como se la conocía y visibilizaron una violencia urbana que estaba instalada y que iba a crecer con el tiempo. Fein lo recuerda con mucha tristeza, fue uno de los momentos duros de su gestión, junto con la explosión del edificio de calle Salta 2141, donde murieron 22 personas y la caída de una rueda en el Parque Independencia donde murieron dos nenas.

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