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joven fusilado por balas policiales

Familiares y amigos se movilizan por Jonatan Herrera

Los familiares y amigos de Jonathan Herrera volverán hoy a las 10 a las escalinatas de los Tribunales provinciales para insistir en su búsqueda de la Justicia.


Los familiares y amigos de Jonathan Herrera volverán hoy a las 10 a las escalinatas de los Tribunales provinciales para insistir en su búsqueda de la Justicia. Al revés que sufrieron el 6 de abril pasado, cuando escucharon la absolución de una mujer policía y las irrisorias condenas que recibieron los cuatro policías involucrados en el asesinato, ahora se le suma que tres de los condenados pueden recuperar la libertad. “Significa una fuerte amenaza para la vida, la integridad y la tranquilidad de la familia de Jonatan, que ha sido sistemáticamente amenazada y hostigada por las fuerzas policiales desde el asesinato”, explicó la Multisectorial contra la Violencia Institucional.

La tarde del domingo 4 de enero de 2015, Jonatan Herrera, de 23 años, lavaba el auto en la puerta de su casa de pasaje Villar y Ayacucho cuando escuchó tiros a unos metros, por bulevar Seguí. En el juicio oral se conoció que los policías del Comando Radioeléctrico corrían a un pibe, al que acusaban de haber asaltado una juguetería. El chico siguió por el bulevar hasta que se transformó en Villar y pasó frente a Jonatan. A los uniformados del Comando se le sumaron cuatro muchachos de la Policía de Acción Táctica (PAT). Los flamantes agentes de la PAT iban en el urbano 133 por Ayacucho, vieron acción y decidieron participar. Se juntaron las dos fuerzas y abrieron fuego. Dos plomos alcanzaron a Jonatan. El joven intentó usar de escudo un árbol, pero una tercera bala hizo blanco en su cabeza y lo mató.

La familia llegó unida y rodeada de amigos al 6 de abril pasado para escuchar la sentencia. “Los jueces Juan Carlos Curto, Juan José Alarcón y Rodolfo Zvala dictaron una sentencia bochornosa, que atentó contra la vigencia efectiva de los derechos humanos y que consagró la impunidad”, reza el comunicado de la Multisectorial.

El fallo fue doloroso para la familia: para la única policía del Comando, Gladys Beatriz Galindo, de 36 años, quien llegó acusada de homicidio calificado, el tribunal resolvió la absolución por unanimidad. El agente de la PAT Ramiro Rosales, de 27, fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión por homicidio culposo y Francisco Rodríguez, de 21; Luis Sosa, de 24, y Alejandro Gálvez, de 22, fueron condenados a 3 años y 8 meses por abuso de armas agravado.

Pasaron tres meses y los policías Sosa y Rodríguez pidieron el cese de prisión. Es decir, transitar en libertad lo que resta del proceso hasta que el tribunal confirme o modifique su sentencia. En tanto, Rosales presentó un pedido para salidas semanales para la realización de un curso. Los reclamos se resolverán hoy a las 11 en una audiencia donde el tribunal revisará las medidas cautelares. En ese marco, la familia estará a las 10 con una conferencia de prensa.

Como un adelanto, la Multisectorial denunció en el comunicado de ayer que en el transcurso de estos dos años y medio, los uniformados maltrataron a Leandro, hermano de Jonatan y testigo presencial a poco de ocurrido de crimen. A los familiares y amigos, la Policía los obligó a dejar de repartir volantes en el parque España, y la familia se tuvo que mudar de pasaje Villar y Ayacucho por amenazas y persecuciones. También hubo aprietes a testigos hasta que desistieron de presentarse. En medio de las instancias judiciales, la Policía persiguió y detuvo a algunos miembros de la familia Herrera. Lo último fue cuando la Policía ingresó ilegalmente al Museo de la Memoria y en medio de la conmemoración del Día Contra la Violencia Institucional, el hermano menor y los primos de Jonatan fueron requisados y amedrentados, según la enumeración que los integrantes de la Multisectorial expusieron para rechazar los pedidos de cese de prisión preventiva.

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