Policiales

feroz ataque armado

Falleció uno de los jóvenes baleados en Santa Lucía

La víctima murió ayer tras recibir un tiro en la cabeza por dos desconocidos el jueves pasado en pasaje 1748 al 2000.


Uno de los dos pibes baleados por desconocidos el jueves pasado falleció ayer por la madrugada tras recibir un tiro en la cabeza en inmediaciones de pasaje 1748 y Ricardo Rojas de barrio Santa Lucía. El otro chico de 16 fue dado de alta luego de ser tratado por un disparo en el pómulo. El brutal ataque ocurrió en el mismo pasaje donde, siete años atrás, asesinaron a Rubén “Cachón” Arriola, de 18 años, cuando en medio de una pelea recibió un puntazo en el cuello el 24 de abril de 2010. Cachón murió a los 11 días tras agonizar en el Heca. Por Rubén nacieron los Cachones. Justamente anteayer, en el aniversario por su muerte, el juicio oral que se lleva adelante por el doble homicidio del hermanastro de Cachón y su sobrino llegó a la etapa final con los alegatos de clausura, donde uno de los acusados fue absuelto y para el otro pidieron una pena de 27 años.

De acuerdo con los voceros judiciales, el jueves pasado alrededor de las 22 un grupo de jóvenes estaba reunido en la vereda de pasaje 1748 a la altura del 2000. Según detallaron los pesquisas, los amigos fueron a ese lugar porque una vecina de la cuadra les dejaba usar el wifi. En un momento, dos desconocidos que caminaban por el pasaje se pararon frente al grupo, sacaron un arma de fuego de entre sus ropas y, sin mediar palabras, abrieron fuego. Tras disparar en al menos seis oportunidades, los atacantes huyeron a la carrera del lugar, describieron las fuentes relacionadas al caso.

Producto de las detonaciones, uno de los proyectiles hizo blanco en el cráneo de Alan Emanuel Fernández, de 18 años, quien murió ayer por la madrugada en el Hospital de Emergencias (Heca). El segundo baleado fue Matías Z., de 16 años, quien recibió un impacto en el pómulo y fue dado de alta luego de recibir las curaciones en el mismo centro de salud, explicaron desde la fiscalía.

Si bien los pesquisas tomaron declaraciones a los testigos del hecho, al cierre de esta edición no habían podido identificar a los agresores. El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Rafael Coria quedó a cargo de la pesquisa y ordenó al personal de la Policía de Investigaciones (PDI) que analizan las imágenes captadas de las cámaras de seguridad de la zona oeste y continuaran con la toma de declaraciones para dar con los atacantes.

Aniversario de Cachón

El 24 de abril de 2010 a las 23.30 unos nenes jugaban al fútbol en la vereda de pasaje 1748 al 2000. Los pelotazos molestaron a un grupo de vecinos que estaban reunidos en la vereda de enfrente. En ese momento uno de esas personas se acercó a uno de los chicos lo escupió y le tiró un vaso de cerveza en la cara. Por eso, Osvaldo N., de 20 años y tío de uno de los nenes fue a increpar a Rubén Arriola, de 18 años y conocido en el barrio como Cachón. Discutieron pero no pasó a mayores y cada uno volvió a lo suyo.

Al rato Cachón fue hasta la casa de Osvaldo y lo invitó a pelear. Los jóvenes se trenzaron en lucha hasta que el mayor de los pugilistas le dio puntazo en la cervical a Cachón. El herido fue trasladado al policlínico San Martín y luego Heca, donde murió el 5 de mayo de ese año por las heridas recibidas.

El día del ataque, los allegados a la víctima provocaron destrozos en la casa de Osvaldo N., quien fue detenido en ese momento. Tras la muerte de Rubén, miembros de los clanes Arriola y Camargo fueron los fundadores de Los Cachones. Pasaron unos años y la relación entre estas las familias se quebró –algunos testigos sostuvieron que fue con el desembarco de la venta de drogas–. Esto desencadenó enfrentamientos por el territorio.

En enero de 2015, Brian Torres (hermanastro de Cachón) y su sobrino Mario Brest fueron asesinados en inmediaciones de pasaje 1754 al 2000. Por esas muertes, el 25 de abril pasado comenzó un juicio oral en el cual anteayer se presentaron los alegatos de clausura, donde uno de los acusados de 22 años fue absuelto debido a que no pudieron encontrar a dos testigos clave en la causa. Para el otro imputado, Salvador María Camargo, de 48 años, el fiscal Ademar Bianchini pidió una pena a 27 años por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por la tentativa de homicidio a la abuela y a la vez mamá de las víctimas. El próximo miércoles se conocerá el fallo de esta causa.

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