Espectáculos

Tenía 81 años

Falleció Federico Luppi

Federico Luppi, referencia ineludible del cine de habla hispana desde su debut en la pantalla grande a mediados de la década del 60, murió ayer, a los 81 años, en la Fundación Favaloro, luego de atravesar una serie de complicados problemas de salud.


Federico Luppi es sinónimo de cine argentino. Referencia ineludible del espectáculo nacional desde su debut en la pantalla grande a mediados de la década del 60, y tras varios traspiés de salud que comenzaron con una caída y un golpe en la cabeza en abril pasado, el actor falleció ayer, a los 81 años, en la Fundación Favaloro, donde se hallaba internado desde el viernes último.

Luppi, que durante toda la jornada fue recordado incesantemente a través de las redes sociales por actores y directores, había nacido en Ramallo (Buenos Aires) el 23 de febrero de 1936, y fue la cara más visible de grandes clásicos del cine argentino como La Patagonia rebelde, Plata dulce, Cien veces no debo, Un lugar en el mundo, Martín (Hache) y Caballos salvajes, al tiempo que la reciente Nieve negra se convierte en su último trabajo en la pantalla grande.

Reconocido popularmente por largometrajes como Tiempo de revancha (1981), que marcó su regreso al país tras el exilio, Luppi confeccionó fuertemente una extensa lista cinematográfica de más de 130 títulos.

Formado sólidamente en el ámbito teatral, su ascenso se debió a su participación en populares ciclos televisivos como El amor tiene cara de mujer, Cuatro hombres para Eva y en ciclos de especiales unitarios de gran calidad como Cosa juzgada, generado por el grupo Gente de Teatro que dirigía David Stivel.

Su debut en el cine fue con una participación en Pajarito Gómez, una vida feliz (1965), de Rodolfo Kuhn, aunque su consagración llegaría sólo un año más tarde con su papel protagónico como Aniceto, su primer Don Juan en la pantalla grande, en El romance de Aniceto y la Francisca, de Leonardo Favio.

Por entonces, estuvo casado seis años y de esa relación nacieron sus dos primeros hijos (Marcela y Gustavo). Luego, y al calor del suceso teatral de la comedia dramática El gran deschave, mantuvo una relación de 10 años con la actriz Haydée Padilla, quien tiempo atrás denunció haber sido víctima de violencia de parte del artista.

Casado con la dramaturga, directora y actriz española Susana Hornos desde 1999, Luppi tuvo un tercer hijo (Leandro) nacido de su vínculo con la actriz uruguaya Brenda Accinelli y por cuya mantención hubo varios cruces legales y mediáticos.

Por su vasta tarea en la pantalla grande ganó seis Cóndor de Plata: El romance del Aniceto y la Francisca, Tiempo de revancha, Plata dulce, Un lugar en el mundo, Sol de otoño y Martín (Hache), labor por la que obtuvo, además, la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián.

También trabajó en importantes films de otros países como El laberinto del fauno, Cronos, El espinazo del diablo y Mi querido Tom Mix en México; Éxtasis, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Lisboa, Un lugar donde estuvo el paraíso y Divertimento en España; Machuca, en Chile, y en Estados Unidos Hombres armados, bajo la dirección de John Sayles.

También en España, donde hizo teatro y televisión, concretó su única experiencia como realizador con Pasos, con guión de su esposa, la referida Susana Hornos, y protagonizada por Alberto Jiménez, que recogió premios que ella se alzó en el Festival Iberoamericano de Villaverde y en el Festival Cinespaña de Toulouse.

De hecho, fue la propia Hornos quien lo despidió de una manera emotiva en las redes sociales, con una simbólica foto en la portada de su cuenta de Facebook, en la que están juntos sobre el escenario mientras lo mira partir de espaldas, que pertenece a la pieza teatral que ella también dirigió, Las últimas lunas.

Hornos, que estaba junto a Luppi desde hacía casi dos décadas, dijo en una entrevista reciente: “Somos un Pigmalión el uno del otro, su no ego y su pasión por aprender más cada día, hacen que en esta relación no haya uno que sea el que enseñe; los dos estamos ahí, no importa la diferencia de edad o lo que llaman experiencia, los dos tratamos de aportar y escuchar al otro. Y por eso nos hemos hecho fuertes juntos”.