El integrante del grupo humorístico musical Les Luthiers Daniel Rabinovich murió esta mañana luego de sufrir desde hace un tiempo una delicada situación cardíaca que lo mantenía fuera de la actividad artística, según le confirmaron a Télam allegados a la familia.
Miembro fundador de Les Luthiers, Rabinovich no pudo actuar en Rosario cuando en julio pasado, el grupo llegó al Auditorio Fundación Astengo con “Viejos Hazmerreíres”, una recopilación de grandes espectáculos de Les Luthiers, como “Los Premios Mastropiero”, “Todo por que rías”, “Por Humor al Arte”, “Lutherapia”. Lamentablemente, por problemas de salud, Daniel Rabinovich no pudo actuar en Rosario, y su papel fue cubierto por Tato Turano y Martín O’Connor, reemplazantes estables de “Les Luthiers”.
Los problemas de salud del artista comenzaron en diciembre de 2012, cuando sufrió un pre-infarto mientras Les Luthiers se encontraba de gira por Uruguay.
Dentro del grupo, el talentoso Rabinovich era quien ejercía una función más dedicada al humor, por su gran carisma y comicidad. Pertenecía a Les Luthiers desde su fundación en 1967 y era uno de los miembros más populares junto a Marcos Mundstock y sus dotes musicales de ejecutar la guitarra y el violín, junto a otros instrumentos informales, si bien podía tocar muchos instrumentos. El quinteto se completa con Jorge Maronna, Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés.
Paralelamente a Les Luthiers, Rabinovich trabajó como actor en “Espérame mucho” de Juan José Jusid (1983), en las miniseries “Los gringos” y “La memoria”, dirigidas por David Stivel. También participó en la serie televisiva “Tiempo final” e hizo el papel de Néstor Craken en “La familia potente”. Fue el rabino del filme “Mi primera boda”. Su última incursión en el cine fue en la película “Papeles en el Viento”, de Juan Taratutto.
Rabinovich fue un gran amigo de Roberto Fontanarrosa, convertido en colaborador estable en los guiones de varios espectáculos de Les Luthiers. Él colaboró como entrevistado en la película “Cine Negro” que realizó la rosarina Mariana Wenger.
En los últimos años incursionó en la literatura con los libros “Cuentos en serio” (Ediciones de la Flor), con prólogo de Joan Manuel Serrat, y “El silencio del final” (Ediciones de la Flor, 2004)
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