País

Causa 050

Fallece represor condenado por delitos de lesa humanidad

Danilo Sambuelli, cara visible de la represión ilegal en el norte de la provincia, estaba internado en una clínica privada de la ciudad de Santa Fe y gozaba del beneficio de prisión domiciliaria por razones de salud. En agosto del año pasado había sido condenado a 21 años de prisión.


El ex militar Danilo Sambuelli, señalado como jefe de la represión ilegal en el norte santafesino durante la última dictadura cívico–militar, que fue condenado en agosto del año pasado a 21 años de prisión por delitos de lesa humanidad, murió hoy en la ciudad de Santa Fe.

Sambuelli estaba internado en una clínica privada de la capital santafesina y por razones de salud gozaba del beneficio de prisión domiciliaria.

El ex militar fue condenado el 6 de agosto del año pasado a 21 años de prisión en el marco de la “Causa 050” o “Base Aérea”, que juzgó a dos ex militares y a cinco policías por su actuación durante la última dictadura cívico–militar, entre 1976 y 1983.

Dicha causa fue histórica debido a que consideró por primera vez en la provincia de Santa Fe a los delitos sexuales cometidos por represores como de lesa humanidad.

El comodoro retirado Danilo Sambuelli recibió la condena más dura por parte del Tribunal Oral Federal de Santa Fe al ser hallado culpable de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por amenazas y empleo de violencia y tormentos agravados, y violación agravada reiterada.

Además, el represor era uno de los imputados en un juicio oral que comenzará en marzo de 2015 por la apropiación y sustitución de identidad de un bebé nacido durante la última dictadura, hijo de perseguidos políticos. La víctima es José Maulín Pratto, quien lleva el apellido Segretín, y en la causa, además de Sambuelli, están imputados Cecilia Góngora y la médica Elsa Gladis Nasatsky.

La madre de José Maulín Pratto, Luisa Pratto, fue internada en un sanatorio de la ciudad de Santa Fe con un nombre falso y cuando nació su hijo fue obligada a entregarlo bajo la amenaza de que iban a matar a su marido Rubén Maulín, en ese momento detenido en la cárcel de Coronda.

La amenaza alcanzaba también a la hermana de Pratto, Griselda, quien estaba secuestrada en la Brigada de Reconquista. Las dos mujeres se presentaron en 2008 ante la Justicia Federal de Reconquista, con lo cual se dio inicio a la causa.

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