El Hincha

Copa Liga Profesional

Facundo Mansilla, el único que se salvó del aplazo en Newell’s en la derrota ante Racing


Prensa Newells

Aguerre 3. Tuvo una noche llena de inseguridad. Cada remate al arco lo resolvió con rebote, y en uno de ellos le dejó la pelota servida a Domínguez para el 2-0. Incluso estuvo inseguro con el pie.

Compagnucci 5. Incansable para subir en cada jugada y muchas veces ganó y sacó el centro. Defensivamente correcto.

Lema 5. No tudo problemas con Correa y Cvitanich, pero a veces salió desprotegido lejos del área.

Mansilla 6. Firme, ganó de arriba y tuvo buenos cruces por abajo. También se animó a salir jugando cuando pudo. Se consolida como titular.

Negri 4. No pudo hacer pesar nunca su proyección ofensiva. Salió en el entretiempo por un problema muscular.

Cacciabue 5. En el primer tiempo robó mucho y ayudó en la presión. Pero le cuesta hacer diferencia con los pases. Y llega poco al área rival.

Sforza 4. No está cómodo como cinco y eso le da inseguridad. Muy mal en los pases, flojo en los quites. Díficil que juegue el Clásico así.

Castro 5. Insinuó más de lo que hizo. Tiene técnica, pero a veces equivoca el camino. A veces da la sensación de querer resolver todo solo.

Giani 3. Flojísimo partido. Jugó en puntas de pie, trastabillando, desestabilizado siempre. No resolvió una sola jugada correctamente.

Scocco 4. El gol en contra fue una acción desafortunada. Intentó jugar, pero no encontró ningún jugador que lo entendiera. Casi anota en el final y Arias se lo negó.

Cristaldo 4. Sin su sacrificio para recuperar la pelota, su puntuación sería un aplazo. Más parecido al de Burgos, lo que no es bueno. Ofensivamente, nada.

Bíttolo 4. Nada en ataque, algo dubitativo en defensa.

Comba 5. Muestra buenas intenciones y su velocidad es una amenaza, pero le cuesta validar esos pergaminos previos.

Pérez. Entró y enseguida se hizo dueño de la pelota, pero con el 2-0 de Racing se desenchufó.

Balzi. Entró con el partido cuesta arriba, pero no le tiene miedo a la pelota.

Garro. Debió ingresar antes, cuando el partido estaba a tiro.

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