Coronavirus

De electrodomésticos a protección

Fábrica de Granadero Baigorria donó 15 mil máscaras faciales de plástico para hospitales de Santa Fe

Se trata de Liliana, que aprovechó su tecnología instalada para fabricar los protectores destinados, entre otros, al Iturraspe y el Cullen capitalinos, el Provincial rosarino y el Eva Perón de Baigorria. Es un desarrollo de la firma, la Municipalidad de Rosario, el gobierno provincial y la Nación


La fábrica de electrodomésticos Liliana, con planta en Rosario, donó 15.000 máscaras de protección facial de uso sanitario a varios hospitales de la provincia de Santa Fe. La empresa reacomodó su línea producción para fabricar los insumos con sus máquinas de inyección de plástico. Se trata de protectores robustos, y reutilizables. La firma readecuó el flujo de trabajo para cumplir con las normas sanitarias contra el contagio por coronavirus de los empleados que sostienen la inusual experiencia. Es un desarrollo conjunto entre la firma, la Municipalidad de Rosario, el gobierno santafesino y la Nación.

El gobernador Omar Perotti mantuvo una videoconferencia con Leonardo Jacobson, socio gerente de Liliana, y explicó: “Tenemos una primera tanda de 4 mil para los hospitales Cullen e Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, y mañana (por este sábado) van otras tantas a los hospitales Provincial (en Rosario) y Eva Perón (en Granadero Baigorria). Y luego, a medida que se nos vayan entregando, irán a otros efectores de salud”.

Un proyecto conjunto de Liliana, la Secretaría de Industria de Santa Fe, la Secretaría de Desarrollo Económico de Rosario, el Polo Tecnológico y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación

El gobernador agradeció la iniciativa de la empresa. “Ojalá esto pueda servir y ser una opción para proveer en otros lugares. Agradecer la sensibilidad, pero también el reconocimiento a nuestro empresario que sabe y tiene capacidad de adaptarse rápido para poder encontrarle la vuelta. Y que de todo esto nos quede a los argentinos como una alta valoración de nuestra industria, de lo estratégico de ciertos sectores”, dijo el mandatario.

Perotti destacó la celeridad de las readecuaciones necesarias para fabricar los protectores: “Gracias por la rapidez, por la predisposición y la actitud de reacomodar rápidamente la empresa a los protocolos necesarios para cuidar a cada trabajador y a la empresa, que tiene que estar en pie. Son el tipo de actitudes que podemos y debemos mostrar con total convencimiento y total orgullo en la provincia de Santa Fe”.

Jacobson, por Liliana, resaltó la experiencia. “(El protector) se está produciendo muy bien, con el agregado de que pusimos la producción a punto en tiempo récord. Es por eso que quiero reconocer al equipo que trabajó con nosotros para encontrar el mejor producto para atender a todos. Sin el trabajo de ellos, esto no hubiese podido ser posible”. Y resumió: “En estos momentos, uno entiende la importancia de la industria nacional”.

El secretario de Industria de la provincia, Claudio Mossuz, destacó que “la donación de las 15.000 máscaras faciales es un ejemplo de la vinculación, de la articulación que es siempre valorable entre el sector público y el privado, sobre todo, en medio de la demanda que hay para dotar de un elemento muy práctico a los sectores de salud”.

El funcionario agregó que que liliana “tiene una capacidad productiva muy interesante en inyección de plástico, y a partir de allí se logró el diseño, que responde perfectamente a las exigencias sanitarias”.

Cambios rápidos para la protección

La empresa Liliana, que debió adecuar su proceso productivo con desarrollo e inversión en matricería, fabrica las máscaras plásticas en su planta de Granadero Baigorria. Para ello, realizó un desarrollo e inversión en matricería para fabricar a gran escala.

El proyecto comenzó a desarrollarse con el trabajo conjunto de la firma, la Secretaría de Industria de la provincia, la Secretaría de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Rosario, el Polo Tecnológico y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.

La mascarilla de protección facial es producida con los máximos estándares de calidad, robusta, de mayor durabilidad, permitiendo una alta protección, y que las personas que la utilicen la puedan lavar, esterilizar y reutilizar. El objetivo es poder abastecer a todo el país y que la puedan usar tanto personal médico como de seguridad, bomberos, empleados públicos y cualquier persona que pueda estar expuesta al COVID-19.

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